Sistemas judiciales en los países capitalistas y socialistas - Sección 3 - Revolución, marxismo y derecho en Cuba - Libros y Revistas - VLEX 976415048

Sistemas judiciales en los países capitalistas y socialistas

AutorEloy G. Merino Brito
Páginas325-356
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SiStemaS judicialeS en loS paíSeS capitaliStaS y SocialiStaS
sistemas judiciales en lo s PaÍses caPitalistas Y socialis tas
Eloy G. Merino Brito
1. los orGanismos judicial es en la sociedad contemP oránea.
concePción BurGuesa Y concePción so cialista. coinciden-
cias Y diVerGencias. la función j udicial en uno Y otros
sistemas
Cuando estudiemos más adelante los sistemas adoptados por los
países capitalistas y por los socialistas, llegaremos a una conclusión
fundamental, común a todos ellos; a saber: Los tribunales de justicia,
el aparato judicial, son órganos de poder de la clase dominante y una
de sus armas de lucha contra la clase o clases dominadas, y que para
satisfacer esta nalidad, los crea y organiza conforme a las peculiari-
dades e idiosincrasia nacionales de cada país.
Esta conclusión es válida, tanto para los sistemas judiciales de la
época actual, como de la histórica, lo mismo que lo es en la hora pre-
sente para los países socialistas como para los capitalistas. Los juristas
burgueses arropan y enmascaran esa realidad (el Estado y sus órga-
nos es un aparato de opresión o dominio de una clase por otra), en
una larga teoría sobre división de poderes, independencia judicial,
Estado de Derecho, democracia representativa, etcétera, con lo que se
trata de ocultar ingeniosamente lo que se hace evidente tan pronto se
examinan de cerca los medios y formas de que se valen para ancar
o asegurar la hegemonía de su clase, es decir, la dictadura de la bur-
guesía, la que hoy ha perdido denitivamente la base más o menos
mayoritaria que pudo tener en el momento de su ascenso al poder po-
lítico, a nales del siglo XVIII y parte del XIX, pues las irreconciliables
contradicciones creadas por su sistema de producción han escindido
la sociedad burguesa actual en dos grupos antagónicos: De un lado,
una minoría cada día más exigua, dueña de los medios de producción,
recursos nancieros y poder político que sojuzga y oprime al otro,
integrado por una gran mayoría constituida por obreros, campesinos,
intelectuales, profesionales, pequeños industriales, etcétera, o dicho
Publicado en Revista cubana de Jurisprudencia, año 1, no. 5, Distribuidora Nacional de Pub-
licaciones, La Habana, mayo de 1962, pp. 5-30.
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en otras palabras y más brevemente: Burguesía oligárquica y masas
trabajadores en general.
Por el contrario, en el mundo socialista, sus juristas e ideólogos no
andan con eufemismos ni elaboran sosticadas doctrinas políticas
para disfrazar lo que es una realidad, conrmada en la historia en el
pasado y en el presente, a saber: Que la administración y la justicia
(jueces y tribunales) es uno de los tantos aparatos coercitivos del Esta-
do, uno de sus órganos de dominación de clase, que participa con los
demás (ejecutivo, legislativo, etcétera) en la creación y mantenimiento
de un “orden jurídico”, que legaliza y aanza ese dominio.
Las clases explotadoras -decía Lenin- necesitan la dominación polí-
tica para mantener la explotación, es decir, en interés egoísta de la mi-
noría insignicante contra la inmensa mayoría del pueblo. Las clases
explotadas necesitan también la dominación política para suprimir
completamente toda explotación, es decir, en interés de la inmensa
mayoría del pueblo contra una minoría insignicante compuesta por
los esclavistas modernos, es decir, los terratenientes y capitalistas.
La concepción marxista postula que la dictadura de la burguesía
ha de ser destruida mediante la lucha de clases, la que conduce ne-
cesariamente al apoderamiento del poder político por la mayoría do-
minada y al establecimiento del Gobierno del proletariado, que es la
clase más preparada, por su organización y superior nivel político,
para dirigir y aanzar el nuevo Estado socialista que ha de sustituir
al burgués mientras se opera la transición del capitalismo al comunis-
mo, en el que, al desaparecer todo el vestigio de la existencia de las
clases sociales, el Estado -y por consiguiente sus órganos de poder- se
extinguirá por sí mismo.
Ese Estado transicional podrá asumir variadas formas políticas,
pero la esencia de todas ellas es el poder del proletariado, es decir, el
disfrute del poder político no compartido con clase alguna y apoyado
directamente en las masas populares y en las fuerzas armadas por
éstas. Dentro de él -como ahora ocurre en el Estado burgués y en su
dictadura- los tribunales son órganos de poder. “Necesitamos el Es-
tado -decía Lenin- necesitamos la coerción. Los tribunales soviéticos
tienen que ser el órgano del Estado proletario que ejerza la coerción”.
Por ello, en la literatura política y constitucional de los países socia-
listas no se habla de separación de poderes, ni de Estado de Derecho
ni de independencia judicial en el sentido con que lo hacen los juristas
burgueses. El poder es uno solo, no dividido ni compartido con otra
clase, como fue la idea central, de Montesquieu en su famosa doctrina
de la tripartición del poder público, con la que pretendía un dominio
político compartido por la nobleza y la burguesía, que entonces (siglo
XVIII) era una fuerza cada vez más poderosa, económica y nanciera-
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mente. La tricotomía de Montesquieu -tan combatida hasta por Juan
Jacobo Rousseau por antidemocrática- no fue originalmente lo que ha
llegado a ser hoy día: Tres poderes nominalmente distintos y equidis-
tantes (ejecutivo, legislativo y judicial), pero un solo poder verdadero,
el de una sola clase, la burguesía.
Por ello tampoco se habla en los países socialistas de la independen-
cia judicial como la entienden los juristas burgueses, es decir, como un
órgano independiente del Estado dotado de poderes para amortiguar la
lucha de clases y asegurar el orden jurídico instituido por la clase domi-
nante en su propio benecio, sino que se habla de la independencia del
juez para, sin presiones o coerciones externas, interpretar la ley socialista
(legalidad socialista), emanada de los órganos del poder público esta-
blecidos por el proletariado, clase dominante, y aplicarla con sentido de
pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no para frenar o amortiguar la
lucha de clases, sino para impulsarla hasta la total liquidación de la clase
capitalista mediante la hegemonía del proletariado. De esta suerte, los
tribunales socialistas son plenamente independientes en sus funciones,
sin más sujeción que el de la ley, la que, siendo interpretada con senti-
do de clase, salvaguarda la legalidad socialista a la vez que coadyuva a
la extinción del estadio transicional que supone el Estado socialista con
vista a la construcción del comunismo, su etapa superior.
2. formación del aParato ju dicial
Daríamos una extensión exagerada a este trabajo si tratáramos, si-
quiera, en apretada síntesis, de hacer un bosquejo histórico de la ju-
dicatura en los distintos países del mundo, por lo menos en los más
destacados, para demostrar que la función de impartir justicia fue
siempre atributo inseparable de la clase dominante en cada periodo
histórico, ejercida a través del grupo gobernante.
En la sociedad esclavista, de la que Roma y Grecia son su más des-
tacado ejemplo, jamás un esclavo -clase dominada- podía alcanzar los
honores de un cargo público, ni aun adquiriendo la condición de li-
berto. En Grecia, la decantada cuna de la democracia, el poder público
se asentaba en la riqueza y en las fuerzas de las armas, que siempre
acompaña a aquella. Aun en los tiempos de Pericles, época esplendo-
rosa de la democracia ateniense y en la que él ufanaba del Gobierno
de una mayoría no asentado en la posesión de bienes, los historiado-
res no destacan el hecho de que al lado de esa pretendida mayoría
estaban los esclavos,1 seres reducidos a la condición de bestias, en cu-
1 Según Ateneo, historiador griego, los arcadios poseían 300,00 esclavos; los de Corinto 460,
000; los de Ática 400, 000 (Censo de Demetrio Falero). En Esparta había 7 hilotecas por
cada ciudadano, es decir, un total de 340, 000 esclavos.

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