'Con un sistema proporcional de elecciones, la exigencia de unidad es aún mayor'
"El sector está achunchado porque, habiendo sido parte de lo que fue un buen gobierno en el orden administrativo y técnico, sufrió unos resultados políticamente demoledores y eso ha causado un remezón muy fuerte. Hoy la izquierda tiene la mayoría que necesita en las Cámaras para aprobar un programa que no debió sorprender a nadie y cuyos efectos van a ser muy malos para la convivencia nacional. Las malas noticias son diarias y eso termina desanimando".
-En el Congreso se están despachando sin mayor modificación leyes que suscitan una importante resistencia ciudadana. ¿No es eso una demostración de la ineficacia de la oposición?
-Pero qué va a hacer la oposición cuando pierde las elecciones, pues. Las batallas políticas hay que darlas a tiempo. Hubo muchos indicadores después de la elección municipal de que el sector había experimentado un retroceso brutal y no hubo una reacción en tiempo y forma. Por lo tanto, hoy la disconformidad puede ayudar al proceso político, pero en buena parte es tardía esa reacción, porque perdimos por capotera.
-Pero, con su menguada representación parlamentaria, ¿podría la derecha ser más relevante que lo que hoy aparece?
-Siempre hay posibilidades de remontar en política y la idea planteada por (Andrés) Allamand, de la unidad de los partidos, es un buen camino. Es la hora de la unidad de nuestro sector, porque la izquierda, si bien tiene un guirigay de partidos, actúa de manera unificada dirigida desde el Gobierno.
-¿Entonces está de acuerdo con la idea de formar un partido único?
-Es una muy buena oportunidad de reactivar a nuestro sector, porque la izquierda está actuando como un ariete. No será fácil, pero hay que empeñarse.
-¿Ve posible que los dirigentes de RN y la UDI puedan convivir y administrar un partido único?
-Con un sistema proporcional de elecciones la exigencia de unidad es aún mayor. Y estamos ayudados por la coyuntura, porque hay una incomprensión del alcance del cambio impuesto desde el Gobierno por la izquierda y la DC no está pudiendo contener ese impulso. Ello, particularmente porque el partido de Lily Pérez le dio al Gobierno los votos para hacer cuanto desea.
"En seguida, puede ayudar el que la UDI abandone o disminuya al menos su ánimo hegemónico. Es cierto que en el gobierno de Piñera padecimos los peores desencuentros, pero el campanazo que estamos oyendo hoy es tan potente que será muy difícil que se puedan mantener esas diferencias que muchas veces eran puro oportunismo".
-Considerando el fracaso del primer intento de unión del sector, en 1988, ¿por qué ahora las cosas serían distintas?
-Ese intento...
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