Silvia Westermann, presidenta de la Academia de Bellas Artes: 'Hay un apuro por borrar el pasado' - 4 de Septiembre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 909879125

Silvia Westermann, presidenta de la Academia de Bellas Artes: 'Hay un apuro por borrar el pasado'

Silvia Westermann vive en un amplio departamento, rodeada de esculturas de Sergio Castillo, frente al Museo de Bellas Artes. "Veo el museo desde cada rincón de mi casa. Pero, ahora, miro este horror vandálico que hicieron en la cúpula. ¿Qué tienen en la cabeza esas personas? Me violenta a cada instante; lo siento mucho por Fernando Pérez".La Academia de Bellas Artes del Instituto Chile le queda a solo dos cuadras de su departamento. Ingresó en 2016 y es desde 2018 la primera mujer, en 55 años, en presidirla. Llegó a innovar y a darle más visibilidad. Para la curadora, exgalerista y viuda del premio nacional de Escultura Sergio Castillo, la gestión y el arte protagonizan su vida. Y transita en medio de ello con esa personalidad desbordante e intensa, cálida y eficiente. Y que tanta falta hacen en la escena nacional.Esta semana cumplió uno de los grandes pendientes: La Academia de Bellas Artes le entregó el Premio Marco Bontá al último sobreviviente y protagonista del grupo Signo, Eduardo Bonati, iniciador de la modernidad en la pintura. También le dieron el Premio Domingo Santa Cruz al joven y talentoso músico, crítico y periodista Álvaro Gallegos; a Joan Turner, el Premio Academia, y a Patricio Guzmán, el Premio Agustín Siré.De El Escorial a la AcademiaSilvia Westermann (1944, La Unión) empezó su relación con el arte en la localidad de San Lorenzo de El Escorial, en España, donde llegó a vivir con su marido, Sergio Castillo. Estuvieron desde 1974 hasta principios de los 90. Eran los tiempos finales de Franco. "España era más pueblerina, era todo más cercano. Llegaban a El Escorial creadores como Rafael Canogar. Salíamos a cafés y a cenar. Tuve una galería de arte entre 1980 y 1994". Y durante sus estadas en Nueva York, con Castillo, aprovechó para asomarse a la escena neoyorquina. Su discurso de incorporación a la Academia fue una investigación comparativa de dos galeristas judíos que llegaron a Manhattan: Daniel Kahnweiller y Leo Castelli... "Pero ahora todo ha cambiado. Los galeristas, en general, son más distantes y los artistas aquí antes de salir de la escuela quieren ser convertidos en estrellas".-¿Cómo llegó usted a la Academia de Bellas Artes?"Volvimos a Chile en los años 90. Sergio era miembro de número y varios académicos venían a almorzar a nuestra casa. Me pidieron que organizara la exposición "Los 9 de la Academia". En 2015, para los 50 años de la Academia, estuve a cargo de un gran proyecto de arte, cine, teatro y música que...

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