El silencio en los fiordos de Pumalín - 19 de Julio de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 578460154

El silencio en los fiordos de Pumalín

Buena parte de los fiordos de la Región de Los Lagos sigue siendo una zona casi escondida, prácticamente desconocida para la mayoría de los viajeros nacionales. Hay muchas razones para eso, pero al menos una es clave: en toda esta zona, los vehículos solo pueden moverse en transbordador, sin posibilidad de acercarse a estas entradas de agua esculpidas por el retroceso de los glaciares. Así que solo queda navegar. Y una buena manera es remando arriba de un kayak.

El Parque Pumalín, creado en 1997 por el empresario estadounidense Douglas Tompkins, está formado por 290 mil hectáreas de territorios protegidos y abarca aproximadamente desde Hornopirén hasta Chaitén. La zona sur de esta reserva privada -accesible por Caleta Gonzalo- es donde se concentran los senderos para trekking. Pero la sección norte permanece intocada. Y es ahí donde están los fiordos ("de Pumalín", "de Chiloé" o "de Patagonia Norte"; con todos esos nombres se les conoce), rodeados de murallones cubiertos de densos bosques nativos, enormes cascadas que caen al mar, termas naturales y lagos escondidos.

La agencia YAK Expediciones tiene un largo historial de operaciones y travesías, y se especializa en los viajes en kayak de mar, incluyendo exploraciones en estos fiordos. En este caso, la travesía considera el traslado desde Puerto Varas para enfilar hacia Puerto Montt. Luego de un trekking en el Parque Nacional Alerce Andino, se recorre el inicio de la Carretera Austral Norte (Ruta 7) y en caleta La Arena se toma el transbordador que cruza el Estuario de Reloncaví (que es el primer fiordo de la Patagonia) y conecta con caleta Puelche, en una navegación donde a veces pueden aparecer orcas. Lo que sí es seguro es que tendrá buenas vistas de los volcanes Hornopirén y Yates.

Más hacia el sur son 55 kilómetros hasta Hornopirén, que es la puerta a los fiordos de la Patagonia Norte: más allá de esta localidad, el viaje sigue con el cruce de las turbulentas aguas del río Blanco y avanza por un acantilado con imponente vista al fiordo Comau, flanqueado por altas montañas y escarpadas riberas. Así, poco a poco, se adentra en Pumalín.

A eso de las seis de la tarde, lo usual es establecer campamento en una zona de colonos que buscaron refugio aquí hace más de 100 años: a orillas del fiordo Comau, justo antes de la península Huequi. Solo un poco más allá termina la primera sección de la Carretera Austral.

Además de reponer energía, aquí comienzan los preparativos para debutar en el kayak...

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