El significado histórico de una Constitución de la República - 16 de Febrero de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 840306378

El significado histórico de una Constitución de la República

Más allá de las disputas menores, dejando a un lado incluso el texto o el plebiscito de entrada o el de salida, la Constitución de la República tiene una dimensión histórica que resulta insoslayable. La discusión coyuntural y el faccionalismo de los últimos meses arriesga dejarnos rezagados en un presente excesivamente inmediato y de corto plazo, perdiendo de vista la envergadura y el significado del problema constitucional.La Constitución es, en su sentido más serio, la manera en la que la comunidad política se ancla en una institucionalidad; el modo en el que la vida colectiva deja de ser caos o eventual guerra de todos contra todos para comenzar a transcurrir en relativa paz, al punto que cabe esperar el florecimiento humano. En las repúblicas democráticas se exige que el arreglo entre sociedad e institución sea más sofisticado, que acontezca de tal forma que el poder social se divida entre el Estado y una esfera civil fuerte, y, al interior del Estado, entre un Ejecutivo, un Legislativo y un Judicial independientes. En todos esos casos, sin embargo, la articulación lograda requiere que la institucionalidad capte de modo eficaz la adhesión, la obediencia y la legitimidad.Las fuentes de legitimidad de un orden institucional son diversas, y al momento de producirlo ninguna puede ni debe quedar desatendida. Ocurre que la alternativa a un orden legítimo no es, como podría pensar la mente del joven anarquista, un estadio de plenitud parusíaca, sino también, y hasta donde la experiencia alcanza, violencia brutal. El orden de poder legítimo se deslinda de aquella violencia en la medida en que el poder es transversalmente reconocido. Los respetos tradicionales; la fuerza que conjura la amenaza ("protejo, luego obligo"); la autoridad que brindan el saber, el conocimiento, la visión política; la adhesión que procura la capacidad técnica de resolver problemas acuciantes; los artilugios democráticos diseñados para captar la voluntad de los gobernados; la legalidad que transcurre regularmente, todas esas son maneras en las que la legitimidad se produce y se ejercita. Sobre su base cabe recién esperar el desarrollo a gran escala de los demás aspectos de la vida humana: la educación, las ciencias, las artes, la economía y la política.Quizás porque estaban más cerca de la caída del imperio español y del consecuente paso de una monarquía a un régimen republicano; tal vez porque la revolución de la independencia aflojó las ataduras usuales y abrió las...

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