Una señal fundamental - 18 de Junio de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 869249892

Una señal fundamental

Según las normas constitucionales, corresponde al Presidente de la República convocar mediante decreto supremo a la sesión de instalación de la Convención Constitucional, la que debe realizarse dentro de los quince días siguientes a la publicación del decreto. La Constitución no regula en detalle la instalación, pero no existen cargos públicos relevantes y menos de elección popular en los cuales se prescinda del juramento o promesa, por parte de quien los asume, de respetar el ordenamiento jurídico vigente. Esta circunstancia, que normalmente no debería presentar problema alguno, se ha vuelto un tema difícil ante las expresiones de un grupo importante de convencionales electos que han anticipado que no se someterán a la Constitución y las leyes en los aspectos que ellos desaprueban. Se ha llegado a plantear públicamente que la Convención debería declararse soberana y que no estaría limitada siquiera por las mínimas reglas que estableció la reforma constitucional de diciembre de 2019. Es decir, este grupo acepta aquellas normas que permitieron su elección, les asignan una dieta y les hacen extensivo el fuero y la inviolabilidad parlamentaria, pero rechaza aquellas que delimitan sus atribuciones.La situación descrita convierte la instalación de la Convención en un problema político de suma importancia simbólica. Lo más sencillo para el Gobierno sería abdicar de su responsabilidad, no complicar más su ya delicada posición, y prescindir de la exigencia de un juramento o promesa, o bien formular estos votos de una manera anodina, tan inofensiva como incapaz de cumplir la función de una instancia de esta naturaleza. Esta última alternativa solo podría interpretarse como una renuncia a exigir, en nombre de Chile, el mínimo de respeto al derecho y a las instituciones que se exige de todo ciudadano. Al mismo tiempo, equivaldría a reconocer la existencia de un grupo privilegiado de personas, los convencionales, que se encuentra por sobre la Constitución y las leyes. Resulta, pues, difícil exagerar la enorme importancia política del momento y está por verse si el Gobierno estará a la altura de su responsabilidad.El contenido del juramento o promesa es muy simple de establecer, pues la misma reforma constitucional detalla qué es lo que los convencionales...

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