El Senado: historia de sus 200 años...
E l Senado ha sido uno de los organismos más importantes de la democracia chilena en sus dos siglos de vida republicana, cuya trayectoria ha sido parcialmente narrada por Gonzalo Vial, Pablo Valderrama y David Vásquez. Nace en el Reglamento Constitucional Provisorio de 1812 y luego es parte del sistema bicameral que adoptó el país desde 1822 en adelante.Con sus modificaciones institucionales, sistemas de elección y composición, en un régimen presidencial o parlamentario, el Senado siguió siendo un lugar de referencia y espacio de grandes debates políticos, donde estuvieron muchos de los dirigentes más importantes de la actividad nacional, incluidos varios que llegaron a la Presidencia de la República.En el siglo XX hubo algunos sucesos que concentraron gran intensidad noticiosa, hubo figuras de gran trascendencia en el amplio espectro ideológico e incluso un senador fue asesinado en democracia, en una historia institucional que vale la pena revisitar y conocer.Ruido de sablesA comienzos de septiembre de 1924 se desarrolló uno de los episodios más importantes y recordados de la historia del Senado, jornada que tendría consecuencias insospechadas. En esa ocasión un grupo de la llamada oficialidad joven del Ejército se presentó en la Cámara Alta para protestar contra la dieta parlamentaria que se discutía entonces.Las actas de la corporación resumieron escuetamente: "Se producen ruidos de sables entre los militares presentes en las galerías" (Sesión 71ª, 3 de septiembre de 1924). Era el comienzo del fin del régimen parlamentario chileno. En la ocasión, el senador Celis planteó que no era prudente "la presencia de armas en esta sala", mientras Ladislao Errázuriz afirmó sin vacilaciones: "¿Y qué tiene de extraño, señor Presidente, que haya chilenos que vigilen el cumplimiento del mandato parlamentario? ¿De quiénes deriva la investidura de varios de los miembros de esta Cámara? De la acción del Ejército, de la fuerza armada". En la práctica, la situación evolucionó con una visible ambigüedad inicial.Si bien el Presidente Arturo Alessandri consideraba improcedente la acción militar, intentó atraer a su redil a los uniformados. Entre idas y vueltas, amenazas y contradicciones, el gobernante designó un nuevo gabinete liderado por el general Luis Altamirano, quien el 8 de septiembre leyó su discurso-programa ante la Cámara de Diputados y el Senado, y ambas corporaciones aprobaron una serie de leyes, considerando altos deberes de patriotismo, a pesar de la inédita e inaceptable presión.A los tres días ya no había Congreso Nacional ni gobierno de Alessandri, en tanto el Manifiesto del 11 de septiembre solicitaba...
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