La semana política - 4 de Septiembre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 648206189

La semana política

El Congreso, actor fundamental

Con una campaña municipal ya oficialmente en desarrollo, y la atención pública virtualmente monopolizada por las especulaciones, cálculos y diseños en torno a la elección presidencial de 2017 (y ahora aún más, luego de las últimas definiciones de Ricardo Lagos), resulta preocupante el escaso interés que se advierte respecto del papel que jugará el próximo Congreso. De las consecuencias que puede traer esa desatención dio cuenta un reciente reportaje de este diario, en el cual distintas figuras del primer gobierno de Michelle Bachelet reconocían que los estrechos equilibrios de fuerzas en el Poder Legislativo contribuyeron al éxito de dicha administración. Esto, pues obligaron al Ejecutivo a un mayor rigor técnico en la fundamentación de sus propuestas, así como a realizar permanentes esfuerzos por lograr consensos. Ejemplo de ello fue la reforma previsional de 2008, de logros transversalmente reconocidos.

En contraste, en el actual período, cuando la administración ha dispuesto de mayorías holgadas en ambas cámaras, la legislación despachada ha adolecido de severas debilidades técnicas -que incluso obligaron a rehacer una reforma tributaria antes de entrar en vigencia-, además de provocar profundas divisiones en la sociedad, las que ponen en duda su proyección.

Preocupante declive

Con todo, los problemas que se evidencian en el funcionamiento del Congreso no se relacionan solo con su actual conformación de fuerzas. Muy distante de la prestancia con que reinició sus tareas en 1990, cuando -en concordancia con su tradición histórica- fue escenario para el debate de los grandes temas nacionales, hoy aparece como una institución relegada. En contraste con una Contraloría revitalizada o con instancias que han adquirido decisivo protagonismo (Fiscalía Nacional Económica, Ministerio Público), el Congreso arrastra formas de operación no muy distintas de las que exhibía a principios de la década de 1970: similares ritmos de trabajo y hasta similar desequilibrio entre las sobrecargadas comisiones de Constitución y Hacienda, y el resto de los grupos legislativos. Los esfuerzos por dotarlo de un mejor sistema de asesorías no han sido hasta ahora exitosos: incluso sin considerar el espacio que han abierto para denuncias sobre eventuales irregularidades, el hecho es que el Poder Legislativo no cuenta con las herramientas para ofrecer una adecuada contraparte técnica a los planteamientos del Ejecutivo. Así, los textos...

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