La semana política - 18 de Enero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 553241846

La semana política

¿Un cambio histórico?

"Necesario para renovar la política en nuestro país... un avance enorme" (Presidenta Michelle Bachelet).

"Mucho mejor que lo que dejamos atrás" (ex Presidente Ricardo Lagos).

"Cambio histórico" (ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo).

Tal ha sido el tenor de las declaraciones formuladas por las principales figuras del oficialismo a propósito de la aprobación en el Senado de la reforma electoral. Pero siendo comprensible la satisfacción que para ese sector supone el logro de un objetivo estratégico, cabe preguntarse si efectivamente significará el inicio de la nueva y auspiciosa era política que sus impulsores auguran.

No se trata solo del hecho de haber sacado adelante una reforma de estas características sin el acuerdo de la coalición opositora -lo que hubiera fortalecido su legitimidad y proyección-, sino de que, para reunir el quórum, el Gobierno debió negociar con una fuerza minoritaria cambios a la legislación de partidos políticos que la propia Nueva Mayoría considera nefastos. El país observó así el espectáculo insólito de parlamentarios oficialistas aprobando disposiciones que, según ellos mismos admitieron, les suscitan rechazo e intentarán cambiar a la brevedad. En el intertanto -han admitido- las nuevas normas permitirán a dicha fuerza minoritaria una fácil legalización como partido, con todas las prerrogativas que ello significa. Así, el proyecto despachado carga con el ominoso peso de ser una legislación ad hoc , que incluye normas cuyo único objetivo es beneficiar a un actor determinado.

Inconsistencias y problemas no resueltos

Es claro que no existe un sistema electoral ideal, sino alternativas cuya conveniencia dependerá de las características del país en que operen y de los objetivos que se busquen, ya sea facilitar la gobernabilidad o lograr una más ajustada correlación entre los votos y la representación conseguida. En ese contexto, el sistema binominal explica en parte la estabilidad política de que ha gozado Chile, aun cuando su funcionamiento no ha estado exento de dificultades. Así, cabría esperar que su reemplazo solucione esas dificultades, sin sacrificar lo que de positivo pueda tener el binominal.

Nuevamente surgen aquí dudas.

El mecanismo aprobado adolece de muchos de los problemas del sistema vigente, partiendo por debilitar el principio según el cual el valor del voto debe ser equivalente en los distintos distritos del país: la fórmula incluye ejemplos burdos de zonas que, teniendo...

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