La semana política - 23 de Enero de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 242554566

La semana política

La Concertación y el acuerdo en educación

La integración de la Concertación al acuerdo político con el Gobierno para sacar adelante la ley de educación tensó algo más las ya complejas relaciones en su interior. Pero no sería certero mirar este hecho sólo como un nuevo factor de disgregación -aunque el conglomerado opositor pierda un diputado socialista, y el Partido Radical "congele" su participación en él-, sino que hay que verlo, más bien, como un paso necesario para renovar su plataforma política, ya que la opinión ciudadana la reprueba hoy por sobre el 60 por ciento.

Los opositores más ardientes al acuerdo, varios de los cuales se restaron de la resolución mayoritaria, tanto en el Senado como en la Cámara, parecen ser los primeros sorprendidos. Ideológicamente, no entienden haber perdido una batalla que tan fácilmente se habría ganado cuando la Concertación simplemente se inclinaba ante el veto de los organismos corporativos, como el Colegio de Profesores, a cualquier reforma en educación. Sin embargo, mucho cambió el mundo desde que en junio de 1991 se aprobó el estatuto docente bajo un criterio estatista que paradójicamente terminó reventando a la educación pública por su inflexibilidad. En virtud de decenas de miles de decisiones individuales, los padres de familia que pudieron hacerlo, comenzaron a preferir la educación subvencionada, al serles irresistibles la mala calidad formativa, los bajos puntajes del Simce y de la PSU, y las crecientes pérdidas de clases, por la indisciplina laboral del gremio docente. Los más renuentes al acuerdo adoptado creían posible en esta oportunidad "esperar hasta marzo", fecha de la entrada a clases, cuando es más fácil ejercer presión en la calle.

Esta votación en el Congreso debe ser la primera en que los parlamentarios de la Concertación se desligan del interés corporativo de gremios políticamente afines, para preferir una postura de bien común, como lo graficó el presidente de la DC, Ignacio Walker. Aparecer rechazando la primera reforma del Gobierno, cuando se clama por la calidad de la educación, habría sido impresentable para la oposición. La pragmática cultura actual prefiere hace mucho los acuerdos, y no cree en los gestos numantinos, especialmente cuando en ellos percibe un canon ideológico desfasado con la realidad. Si eligió recién el mandato presidencial de Piñera, lo hizo para poner un acento distinto en políticas públicas fundamentales, singularmente en educación, donde es mayor el...

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