La semana política - 30 de Junio de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 445730246

La semana política

Desafíos a resolver

Las primeras elecciones primarias legales que se realizan hoy tienen una significación que evoca en algo el plebiscito que rechazó la prolongación del gobierno de Augusto Pinochet en 1988, la primera elección democrática en 1989 y el inicio de la democracia de los acuerdos, puntal de la estabilidad política de esos años, y los comicios de 2009, que pusieron fin al ciclo político de la Concertación. En efecto, más allá de dirimir el nombre de los abanderados presidenciales, esta jornada podría incidir en importantes definiciones políticas, con repercusiones en el diseño de las campañas definitivas y en las listas al Congreso.

Michelle Bachelet, favorita del pacto Nueva Mayoría, compite con las expectativas que despierta su popularidad. Varios creen que podría conseguir bastante más del 70% de los votos de esta primaria. Lagos obtuvo el 71% frente al 29% de Zaldívar en 1999, y Frei el 65% frente al 35% de Gómez en 2009, aunque aquí participan cuatro candidatos. Bachelet cuenta con el respaldo del PS, del PPD, del PC, del MAS e Izquierda Ciudadana. Esa meta le permitiría conservar la autonomía con que ha manejado su campaña, manteniendo a raya a los dirigentes de los partidos políticos que predominaron en su anterior elección y gestión de gobierno. Un porcentaje menor al 60% daría cuenta de que su popularidad se ha erosionado desde que volvió al país y entró al debate político, fortaleciendo el papel de los partidos.

La disputa por el segundo lugar ha adquirido inesperado dramatismo para Claudio Orrego y la Democracia Cristiana. Perder frente a la candidatura independiente de Andrés Velasco, con la consiguiente crisis interna, debilitaría en extremo el equilibrio del centro que preconizó Orrego y las posibilidades de contrarrestar el influjo comunista y de los movimientos sociales en la Nueva Mayoría que promueve Bachelet.

Por el contrario, Velasco ha logrado superar la percepción de una empresa testimonial, y hoy le basta una votación coherente con su discurso liberal -alejado del populismo y del estatismo que campea en la coalición- para poder proyectarse como una opción de futuro en el escenario político de los próximos años.

Para José Antonio Gómez, el imperativo es preservar el piso electoral del PRSD, que fue el 8% y el 11% de la votación de la Concertación en 2009 y 2012, respectivamente. Su apuesta por ser la expresión más izquierdista del pacto ha tensado al radicalismo, acostumbrado a ser un elemento moderador. Su...

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