La semana en que la centroizquierda terminó de mostrar sus cartas - 10 de Julio de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 907272991

La semana en que la centroizquierda terminó de mostrar sus cartas

Fue un almuerzo a fines de marzo. La cita era en el salón "La Democracia", de la Peluquería Francesa -llegando a la calle Libertad... ningún detalle era casual- y quien convocaba, el exrector de la Universidad de Chile e integrante de Amarillos por Chile, Luis Riveros.La invitación, que había sido extendida a personajes de distintos sectores políticos, era a conversar en torno a su libro "Chile: Los dilemas de una crisis". Entre el contenido del texto y el telón de fondo de la Convención, que estaba en pleno período de definiciones, el tema fue inevitable: el rumbo que tomaba el debate entre convencionales.En la mesa, donde varios de los invitados eran precisamente figuras ligadas a la centroizquierda -estaban el expresidente Lagos, Soledad Alvear, Sergio Bitar, Osvaldo Puccio y José Rodríguez Elizondo, entre otros- el tono fue, varias veces, de preocupación y uno de los temas más discutidos, la plurinacionalidad. Aunque Riveros no duda que cada uno de sus invitados había conversado ya con sus cercanos, tuvo la sensación de que "era la primera vez que este grupo se juntaba". Lo repitieron más adelante.Hasta ahí -la primera vez que Lagos haría públicas sus críticas sería un par de semanas más tarde- gran parte de las alertas que se encendían en el sector sonaban pero así: en comidas, reuniones privadas. Uno de los pocos que había ido más allá era Óscar Guillermo Garretón, cuando en febrero dijo a El Líbero que muchos que habían votado Apruebo estaban "en desconcierto" y que decisiones que estaban tomando los convencionales tenían "un grado de ignorancia, de poca responsabilidad en el análisis, y también ciertos atisbos autoritarios. Nos tocan muy a fondo a quienes tuvimos que luchar por la democracia"."Uno tiene motivos para estar desconcertado y levantar la voz", argumentó. Días después saldría a la luz el grupo Amarillos por Chile, con una primera declaración en que firmaban, además del propio Garretón, otros como Andrés Velasco, Isidro Solís, Jorge Burgos, José Joaquín Brunner, Mariana Aylwin, Ignacio Walker, Mario Waissbluth... y muchos más.Había un sentimiento que se venía cultivando en varias figuras de ese mundo; de hecho, algunos cuentan que Amarillos no surgió de la nada y que, por lo menos hace un par de años, ya había otro grupo "muy parecido". Sin nombre, pero "tratando de acoger a los que habían quedado sin voz en la centroizquierda".Con el proceso constituyente, en todo caso, la desazón se haría cada vez más visible... hasta llegar a la seguidilla de definiciones y cartas de las últimas semanas. Una avalancha epistolar que podría tener más entregas; en los próximos días, se espera la difusión de la misiva en que firmantes o adherentes al "grupo de los 13" -Belisario Velasco, Jorge Donoso y Waldemar Carrasco- se definirán por el Rechazo."¿Y qué se han creído...?"Que la Convención tuviera roces con el pasado y sobre todo, las últimas décadas, nunca fue sorpresa. En las marchas previas sonaba el famoso "no son 30 pesos, son 30 años" y los convencionales, varias veces los nombraron.A tal punto, que en mayo Lagos enviaría, junto a su exjefe de gabinete, Enrique Paris Horvitz, una carta a María Elisa Quinteros y Gaspar Domínguez, que lideraban la mesa directiva. Pedían remitirla al resto de los convencionales pues "podría enriquecer el debate". En ocho carillas...

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