De Sekularac a Ferguson, los ídolos de 'Seki' Rueda
Era un habilidoso delantero que se hizo famoso a los 17 años en el Estrella Roja en los años 50. Por su país disputó los JJ.OO. de Melbourne de 1956 y los Mundiales de Suecia en 1958 y de Chile en 1962.
En las imágenes que se pasaban en los cines, a Sekularac lo apodaban el "Pelé blanco". Rueda, como otros niños de la época, cumplió un sueño cuando "Seku" llegó a jugar al Santa Fe y al América de Cali, en los años 70.
La idolatría de Rueda por Sekularac no se detuvo. Mientras estudiaba en Alemania, en 1990, Rueda fue a Belgrado con el expreso propósito de ver jugar a Estrella Roja, elenco que entonces era dirigido por el ídolo de la infancia. Su objetivo también era conocer a "Seku".
Y lo logró.
"Yo vi todas las películas de 'Seku' en la selección y (en Belgrado) me presenté y me trató bien. Habló con nostalgia de Colombia, me invitó a quedarme y de ahí me identifiqué tanto con él que en mi primer correo electrónico me apodaba 'Seki'. Pocos me dicen Seki, no saben que es por la admiración y por las atenciones allá en Belgrado", sostiene el hoy técnico de la Roja.
No fue todo.
Ese día de 1990, el estudiante colombiano consiguió una joya: Sekularac le regaló la camiseta del cuadro que un año después derrotaría a Colo Colo en la Copa Intercontinental. "Es uno de sus tesoros más preciados. Reinaldo tiene camisetas de todos los equipos que ha dirigido, pero la de Estrella Roja es su recuerdo más valioso", comentan cercanos a "Rei".
Con el fútbol en las venas y la carrera de director técnico en curso, Rueda admiró el juego del Real Madrid de Vicente del Bosque y, por sobre todo, el del Manchester United de Alex Ferguson.
Y así como voló a Belgrado para estar frente a frente con su ídolo de niño, también se las ingenió para que "Sir Alex" lo recibiera en Inglaterra. Fue en tiempos en que Rueda dirigía a la selección de Ecuador. El nexo, obvio, fue un seleccionado ecuatoriano que Ferguson llevó al Manchester United.
El propio entrenador colombiano ha contado la anécdota más de una vez.
"Compartí con Ferguson en Manchester gracias a Antonio Valencia. Imagínese que lo visité un día después de perder la final con el City. 'No me va a atender', pensé. La cita era el 1 de mayo de 2013. Me presenté y en la puerta me dice una señora: 'El señor Ferguson lo está esperando'. Abrí la puerta, saludé y le dije: 'Discúlpeme, no hablo bien inglés'. Y él me dijo: 'Tranquilo, yo tampoco. No se preocupe'. Y sonrió", narró el DT al diario El Tiempo.
La sorpresa mayor...
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