Seis playas para regresar a Atacama - 3 de Marzo de 2024 - El Mercurio - Noticias - VLEX 1024318219

Seis playas para regresar a Atacama

  1. Playa Los PatosUNA PISCINA EN EL PACIFICOEsa tarde estaba abochornada como cualquier jornada veraniega en el norte chico. Por el camino, veíamos cómo el horizonte se desplegaba árido, entre tierras blanquecinas y cerros de tonos crema, hasta que tomamos la ruta C-302 para trasladarnos unos pocos kilómetros al sur de Caldera y conocer una de las mejores playas de la zona. Ningún cartel o anuncio, más allá de las indicaciones de Google Maps, daba cuenta de la huella de auto que encontramos en medio de la arena."Siga por aquí", dijo la voz de la aplicación y tras cinco minutos de viaje, dimos con Los Patos.Frente a nosotros, la ecuación era perfecta. El mar, color esmeralda y sereno; la arena, clarita. Solo había un par de quitasoles a nuestro alrededor.Así, instalamos toallas, mochilas y protectores solares, para lo que venía: pasar la tarde tomando sol, jugando paletas y probando la temperatura del Pacífico en este balneario íntimo, extenso y con escénicas vistas al Morro Copiapó, hacia el sur.Dentro del agua, la temperatura era increíblemente agradable y casi sin olas. De ahí, era imposible no tentarse con flotar sobre la marea, bracear de norte a sur o simplemente dejarse llevar por el movimiento del mar.Los Patos es la playa más austral de Bahía Inglesa. Se recomienda ir en vehículo alto o 4x4 y tener cuidado con las aves del sector que anidan entre las dunas.2. Playa BlancaCOMO DE OTRO PLANETAAvistar por primera vez Playa Blanca es encontrarse con una playa prácticamente desierta, pequeña, de aguas calipso y arenas --obviamente-- blancas, de allí su nombre. Para llegar, lo más habitual es entrar por Puerto Viejo, una localidad sencilla que se caracteriza por sus casas amontonadas y su caleta.Eso hicimos una mañana. El sol pegaba con fuerza a las 11 cuando estacionamos en una de las puntas de Puerto Viejo. Para llegar aquí, habíamos conducido 43 kilómetros desde Caldera, para finalmente tomar el desvío C-358, estacionar el auto y caminar: el ritual de acceso.Hecho esto, nos alejamos del pueblo en dirección a una zona amplia de roqueríos y nos dispusimos a atravesar a pie por un sector de farellones y rocas.Según Carolina Cortés, una copiapina de toda la vida y parroquiana habitual de estas costas, se dice que en esta zona cayó un meteorito y por eso las formaciones "marcianas" de estas piedras. Los vestigios del posible impacto se podían ver por el camino y hasta había un sector donde había un agujero inmenso que miraba hacia el mar y...

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