'Estoy seguro de que la Presidenta Bachelet va a terminar con una buena aprobación de su gestión...'
"Estoy tranquilo. Si algo traigo conmigo, son muchos años políticos, como dijo la Presidenta cuando me nombró. Estoy cumpliendo 50 años de militancia en la DC, soy académico, pero nunca he dejado de ser político y conozco los partidos. Me siento muy esperanzado". Una declaración de principios honesta e irreductible la que Mario Fernández hace a menos de tres días de instalarse en el Ministerio del Interior, por el que antes han pasado cuatro camaradas suyos en los dos gobiernos de Michelle Bachelet.
Aunque la partida de Jorge Burgos se esperaba desde su contenida renuncia en enero, el momento y el sucesor elegido por la Presidenta sorprendieron incluso al oficialismo. Antiguo hombre de los gobiernos concertacionistas, DC del sector más conservador, católico y miembro del Opus Dei, fue la foto que le sacaron sus críticos y que de inmediato retrucó; partidario del proyecto de aborto y ferviente miembro de la Nueva Mayoría, fueron sus declaraciones nada más pisar La Moneda. "Leí entero el programa y estoy de acuerdo de punta a punta", dice con el tono amable y decidido con que en esta primera entrevista reivindicará el camino trazado por las reformas.
-¿Y buscará restablecer confianzas con el mundo privado, como intentó su antecesor, para que la economía repunte?
-Se hace necesario, porque hay un sentimiento que se denomina desconfianza o incertidumbre. Pero hay que ser más preciso, ver dónde está la percepción de incertidumbre, sector por sector. Constatando que hay esa sensación, habría que aterrizarlo más.
Fernández confía en que las medidas reactivadoras y el trabajo del ministro Valdés traerán los recursos que demanda "el buen desarrollo del ambicioso programa de gobierno de la Presidenta Bachelet". "Hay que ver qué pasa", dice con tranquilidad. La misma con que enfrenta el bautizo de fuego que le tocó al día siguiente de llegar, cuando el colapso se apoderó de la capital entre la matriz de agua rota y la violenta marcha estudiantil que culminó en la profanación del templo de la Gratitud Nacional.
Será la distancia que le dan sus años en el extranjero, trece de los cuales -y en tres períodos distintos- ha vivido en Alemania, donde nacieron sus tres hijos y viven dos de ellos. Una experiencia que también comparte con la Presidenta, así como sus años en Defensa y como colegas en el gabinete de Ricardo Lagos. Todo eso fue construyendo una afinidad que reconoce y agradece, como las dos embajadas, en Austria y Uruguay, que ella le dio en su segundo gobierno. "Me llamó desde el primer día", dice, reconociendo que también distanciaron sus contactos, que han sido esporádicos estos últimos años. Algo hablaron en la audiencia que le pidió en febrero, cuando vino de vacaciones. La misma que tenía pedida ahora, en los días de descanso que le quedaban. Sería el viernes, pero lo llamaron la tarde del martes para cambiarla por un desayuno al día siguiente, del que salió convertido en flamante jefe del gabinete de Bachelet.
"La incertidumbre es un estado de ánimo más para psicólogos que para economistas"
-Se dice que usted es, ante todo,"bacheletista". ¿Cómo afianzaron esa amistad, siendo de mundos políticos distintos?
-Sí, conozco y admiro mucho sus virtudes. Además de muy inteligente, la Presidenta es muy estudiosa, muy dedicada al servicio público. Tenemos esa afinidad a distancia, porque no tenemos vida social en común pero sí una amistad mutua.
-Entonces, ya tienen la relación de confianza que le hizo falta al ministro Burgos.
-Eso no lo sé, Burgos también fue subsecretario en Defensa en...
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