'Estoy seguro de que dentro de un año veremos muchísimas inversiones chilenas en Argentina'
Es el secretario de Estado más joven de la historia argentina. Con 27 años, Andrés Boeninger se integró al Ministerio de Producción que encabeza Francisco Cabrera -como secretario de Integración Productiva-, con quien trabajó en la Fundación Pensar, el think tank que fundó en 2005 Mauricio Macri, "semillero" y cuartel de la estrategia que lo llevó hace ocho meses a la Casa Rosada. Ahí se estudiaron y prepararon decisiones como la regulación cambiaria o la negociación con los acreedores extranjeros, los holdouts , claves en las reformas económicas que ha empujado el gobierno de "Cambiemos" en Argentina.
El nieto del recordado Edgardo Boeninger -quien fuera ministro Secretario General de la Presidencia durante el gobierno de Patricio Aylwin- estuvo en Chile esta semana, acompañando a 60 empresarios argentinos. Se trata de la mayor delegación que haya visitado Santiago en los últimos años, que busca materializar una agenda intensa y que Andrés Boeninger maneja bien como chileno-argentino. Su padre viajó siendo niño a Argentina para tratar su sordera de nacimiento, finalmente se radicó y se casó allá, donde hoy reside, al igual que su tía Iris -hoy directora de Chilectra- y antes su abuela , la primera mujer del ministro concertacionista.
Aunque no hubo tiempo de visitar a los amigos, en una comida que les ofreció el embajador argentino lo emocionó Marta Lagos, quien analizó la situación de Latinoamérica. "Sin saber quién era yo, la socióloga dijo que 'hace falta un Edgardo Boeninger'".
-Muchos lo echan de menos, a él y a los grandes acuerdos que construyó durante la transición.
"En las reuniones con autoridades, nuestra pregunta fue esa: ¿qué pasó con la construcción de consensos, de acuerdos?, ¿dónde está esa base tan estructural que permitió un crecimiento sostenido, reducción de pobreza y baja de desigualdad durante 20 años? La respuesta es confusa".
También lo fue el aterrizaje del macrismo en el poder, que describe como "brutal, sin transición ni información". "Llegamos a un 'no lugar'", continúa, "no tenía computador, pero sí dos choferes, tres mayordomos, cinco secretarias; un secretario de Estado era lo más parecido a un semidiós".
De su antecesora solo recibió un pendrive con una clave para aprobar o rechazar las importaciones argentinas.
Ya lo habían vivido en sus dos períodos en el gobierno de Buenos Aires. Allí el macrismo, cuenta el cientista político, gobernó por ocho años en oposición al kirchnerismo -"nos bloqueaban préstamos...
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