Secuestro y balas en 'México Chico'
Luis Anza (35), bajo, moreno, los ojos chinos, se sienta en la terraza de un café en el centro de Calama. Dice que aún tiene miedo. Tanto, que incluso pensó en postergar este encuentro pensando que podía tratarse de una emboscada. Casi no sale de su casa, dice, desde que fue secuestrado en Bolivia por los mismos hombres que le dispararon a su suegro, el camionero Mario Bello.Recién tras el ataque, ocurrido el 8 de julio, la noticia despertó interés en Chile. En Bolivia, en cambio, ocurrió dos días antes, cuando las hijas de Mario Bello, Vanessa y María José, llegaron hasta La Paz invitadas por una diputada boliviana que contactaron por Instagram. En un punto de prensa, Vanessa explicó a los medios que Mario había viajado a Bolivia, con el objetivo de recuperar el camión Mack que le habían robado en Calama. La única fuente de ingresos de su padre, exoperador de maquinaria pesada y con escolaridad incompleta.Momentos antes del ataque, Vanessa recibió un llamado. Era de Luis y su padre, quienes entre gritos le dijeron que estaban siendo perseguidos por tipos armados. Sin saberlo, estaban en el caserío de Marka Qaqachaka, localidad que según autoridades bolivianas funciona como base para las mafias dedicadas al contrabando de autos "chutos"; es decir, robados o importados ilegalmente, internados a Bolivia desde Chile por los llamados "chuteros".Hasta entonces, dice Luis Anza, desconocían el apelativo con el que lugareños y medios bolivianos se refieren a Marka Qaqachaka: "México Chico".Luis Anza le da un sorbo a un capuchino. Afligido, cuenta que él iba al volante cuando recibieron los disparos. Dice que aún tiene pesadillas con ese episodio y que en ellas ve a su suegro sangrando, con los ojos cerrados, y a él mismo, diciendo que no saldrían con vida. Solo su esposa, Vanessa, dice Luis, conoce la historia que hoy comparte por primera vez después de su secuestro.México "chuto"Ángel tiene 25 años. Contesta su celular desde Oruro, Bolivia. Dice que él mismo se bautizó con ese nombre, por el talento que tiene para internar vehículos robados desde Chile a Bolivia. "Vuelo por los caminos", dice Ángel, que como decenas de otros "chuteros", se da a conocer a través de grupos de Facebook dedicados a la venta y encargo de autos "chutos", provenientes de Iquique o Calama. En los mismos grupos también se ofrece el paquete completo: patentes, documentación clonada y traslado hasta la puerta del cliente. El valor de un auto "chuto" puede alcanzar un 50% menos que el de uno comprado en el comercio legal.Con desparpajo, los "chuteros" publican sus números telefónicos bajo los mensajes de quienes piden un modelo específico, con marca y año. O de los que necesitan sacar un vehículo de Chile por un paso irregular. El número de Ángel, de hecho, el único "chutero" que aceptó responder las preguntas de "Sábado", aparece publicado bajo el mensaje de un hombre que quiere llevar un auto a Challapata lo antes posible. En el último año, la fiscalía de Calama junto a la PDI han conseguido desbaratar tres bandas conformadas por adolescentes, dedicados al robo de autos y camionetas que luego ofrecían en Bolivia.El mecanismo que sigue es tal cual lo narra Ángel: la banda en Chile roba el vehículo, para luego contactarse con compradores en Bolivia, y estos envían un "chutero" para que lo saque del país.-Una...
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