La secuestrada que perdonó a las Farc - 29 de Octubre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 652124533

La secuestrada que perdonó a las Farc

Un mes antes del plebiscito, el 7 de septiembre, Clara González de Rojas murió, a los 85 años, convencida de que la histórica votación pondría cese a la guerra que tuvo a su hija atrapada en el corazón de la selva desde el 23 de febrero de 2002 hasta el 10 de enero de 2008.

La madre de la congresista luchó incansablemente por liberarla de las FARC. Y también la acompañó en la recuperación del hijo que dio a luz durante el cautiverio, donde cayó junto a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.

Emmanuel, quien hoy tiene 12 años y es conocido como "el hijo de la guerrilla", es quien permite que incluso ahora que todo parece venirse abajo, Clara Rojas no baje los brazos.

-Fue un doble pesar que coincidiera el duelo por la muerte de mi mamá con el resultado del plebiscito. Es que ella era una mujer muy especial, que hasta en las últimas conversaciones se manifestaba, al igual que yo, muy optimista del resultado. Mientras estuve secuestrada fue una de las primeras que además de pedir por la liberación de nosotras, pidió por la paz en Colombia. En un momento en que esto no era un tema del que se pudiera hablar, esto era de una osadía impresionante -dice Clara con los ojos humedecidos, sentada en su despacho del Edificio Nuevo del Congreso.

Desde su casa en la sabana de Bogotá, donde vive rodeada de montañas y el envolvente sonido de los pájaros, dice que acaba de atravesar un trancón (un taco) de una hora para llegar a esta entrevista en su oficina ubicada en los alrededores de la Plaza de Bolívar, en el centro de la ciudad.

En la puerta sigue pegado el cartel de color rojo del "Sí" al fin de la guerra. Pero Colombia está polarizada, dice con voz suave. Mientras habla, un campamento por la paz que lleva semanas en la plaza con tambores y megáfonos, se enfrenta con manifestantes que votaron "No" y que también levantan sus pancartas.

Con un pañuelo amarillo fosforescente que contrasta con el gris de su vestido, Clara Rojas dice que pese a los resultados del referéndum, "no todo está perdido":

-Yo estaba muy tranquila de que íbamos a ganar. Pero, con todo, estoy acostumbrada a trabajar con lo que hay, y debemos entender que es una votación y que el resultado, nos guste o no, se logró en el marco de una democracia. Hay distintas opiniones sobre cómo manejar el proceso y son las que votaron que "No" las que el gobierno llevó a los cabecillas de las FARC en La Habana, para tratar de incorporarlas en un nuevo acuerdo. Muchos promotores del "No" siempre pensaron en una cárcel con barrotes para los guerrilleros; sin embargo, las FARC se ven participando activamente en política. Y tampoco ven posible cumplir penas trabajando en granjas agrícolas. Hay que llegar a un punto intermedio. De esas conversaciones debería salir algo donde todos, de alguna forma, nos sintamos identificados con este proceso de paz que es lo que esperamos -dice.

Después del secuestro

Clara Rojas está acostumbrada a levantarse de golpes iguales o peores. Durante los años en que estuvo secuestrada por las FARC, intentó fugarse sin éxito dos veces, lo que tuvo como consecuencia su encadenamiento durante un mes. Pero aprendió a vivir las 24 horas bajo la sombra de árboles que tenían el porte de edificios, y a caminar...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR