¿Un sector privado mudo? - 17 de Septiembre de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 317689121

¿Un sector privado mudo?

Algunos hechos específicos han puesto en cuestión su papel. Las graves faltas cometidas en La Polar han afectado la credibilidad del sector privado. Pero se ha hecho habitual objetar su desempeño en todos los ámbitos, y las legítimas ganancias que obtiene por desarrollar sus actividades se motejan de inmerecidas sin mayor análisis. Sin embargo, en su gran mayoría ellas corresponden a retornos razonables, dados los capitales invertidos y los ingresos generados por la provisión de bienes y servicios valorados por la población. El sector privado tiene, pues, razones para enorgullecerse de sus realizaciones. En muchos campos, nuestras empresas son líderes en la región y admiradas en diversas latitudes. En aquellas áreas en que esas ganancias puedan considerarse excesivas, corresponde promover la competencia, un ingrediente fundamental de la economía de mercado.

Por eso, sorprende que el sector privado, frente a cuestionamientos claramente exagerados, no levante más enérgicamente su voz para explicar el sentido de su labor y los beneficios de sus acciones para el país. Por cierto, esto debería acompañarse de la condena a aquellos emprendimientos que no cumplan los estándares exigibles a una gestión moderna, guiada por sólidos principios morales, fundamentales para el buen funcionamiento de una economía de mercado. Además, ahora que se quiere limitar el papel del mundo privado en áreas tan relevantes para la población como la educación y la salud, aquél debería recordar a los ciudadanos los beneficios que su acción ha significado en estos ámbitos y cómo, por ejemplo, los países europeos que descansaban fuertemente en el sector público para desarrollar esas tareas, ahora incorporan de modo creciente a los privados para asegurar mayor oportunidad, calidad y diversidad en la provisión de estos servicios. Más allá de errores y faltas, el balance de las últimas décadas es muy positivo para el sector privado, y éste no puede inhibirse de expresar esa realidad con convicción.

La desigualdad como falla de Estado

Una crítica recurrente al modelo de desarrollo chileno, en particular a la confianza que deposita en la economía social de mercado, es la alta desigualdad que lo acompaña. Sin embargo, ésa es una constante de la historia chilena. Estudios como los del historiador económico Jeffrey Williamson han estimado que Chile tenía en el siglo XIX niveles de desigualdad superiores a los actuales. Y durante el siglo XX, mientras Europa, por ejemplo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR