Secretos sucios - 25 de Septiembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 583180098

Secretos sucios

Las emisiones de óxidos nitrosos (NOx) y otras inmundicias de tubos de escape de los autos y camiones causan muchas muertes tempranas, tal vez 58 mil en un año en Estados Unidos solamente, sugiere un estudio. Así es que el escándalo que ha envuelto a Volkswagen (VW) esta semana no es un delito menor o sin víctimas. El fabricante de autos alemán admitió haber instalado un software en 11 millones de autos diésel en el mundo, que les permitió pasar rigurosas pruebas de emisiones de NOx en Estados Unidos. Pero una vez que el auto está fuera del laboratorio el software desactiva su control de emisiones, y empieza a tirar humo de hasta 40 veces el nivel permitido. El daño para Volkswagen es inmenso. Pero los eventos de esta semana también afectarán a otros fabricantes, otros países y también al futuro del diésel.

Primero Volkswagen. Su presidente ejecutivo, Martin Winterkorn, presentó su renuncia y la compañía está separando 6.500 millones de euros para cubrir el golpe financiero que se viene. Pero los inversionistas temen lo peor: en los primeros cuatro días de transacción desde que estalló el escándalo el 18 de septiembre, las acciones de Volkswagen cayeron un tercio, recortando su valor en 26 mil millones de euros. Una vez que todas las multas, compensaciones, demandas y costos de retiro se hayan sumando, este desastre podría ser, para el gigante automotor alemán, como Deepwater Horizon fue para BP. Al menos el desastre de filtración petrolera de BP fue un accidente; esto fue deliberado. El Departamento de Justicia de EE.UU. está en lo correcto al abrir una investigación criminal a la compañía. Ya sea que el Sr. Winterkorn tenga o no alguna responsabilidad personal por el escándalo, fue apropiado que dejase su cargo por esa razón. Es un ingeniero famoso por prestar atención a los detalles; si no sabía del software engañoso, debió haberlo sabido. Vender un gran número de "Diésel Limpios" era vital para que Volkswagen atacara el mercado norteamericano, un punto débil, que a su vez era vital en su plan de superar a la japonesa Toyota como el mayor fabricante de autos del mundo. La gran estrategia que el Sr. Winterkorn supervisó ahora está en ruinas.

Un cambio en la alta dirección y una contundente multa no debiesen ser el fin del asunto. Los fiscales estadounidenses deben honrar su promesa de ir tras los responsables de crímenes corporativos, en vez de solo castigar a accionistas de empresas imponiendo grandes multas. La mayoría de recientes...

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