Los secretos de camarín del fútbol chileno - 13 de Marzo de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 628854274
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Los secretos de camarín del fútbol chileno

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A Hugo Bascuñán lo bautizaron la "Pola" por su parecido con un personaje de la televisión, transformista y humorista, "pero, la diferencia es que Bascuñán es bien odioso", bromean en Unión La Calera. En San Marcos de Arica, Sebastián Méndez es más conocido como el "Chi-chié". ¿El motivo? "Se puso a estudiar chino y todo el día andaba hablando. Nos dejó chato a todos", explican.

Vivir en El Salvador deja mucho tiempo para el ocio, caldo de cultivo para pensar en apelativos: "A Lino Maldonado lo llaman el 'Tredode', porque a todas las pelotas le trata de pegar a tres dedos, aunque no le resulta mucho. Y Jorge Acuña, por más que se alejó de la farándula y las discotecas, sigue siendo 'el Señor de la noche' y siempre le cantamos la canción", dice. En Antofagasta, a un juvenil le dicen el 'Jalea'". El problema es que es arquero, revelan.

Las cábalas y la música, dos clásicos del vestuarioCobresal tiene uno de los rituales más extraños: "El que está de cumpleaños, tiene que pasar por un callejón oscuro (de patadas) en el camarín, después nos comemos una torta", comentan. En Palestino, Pablo Guede impuso comprar pizzas grandes para después de cada partido, y Nicolás Córdova mantuvo y perfeccionó la costumbre: ahora son individuales. "Y estamos obligados a comerlas, porque dicen que nos ayudan a recuperarnos", cuentan. Antes, "jugábamos a cabecear la pelota en el vestuario, hasta tirarla en un basurero", comentan.

En Huachipato tienen una cábala propia: "Hacemos partidos internos, donde todos los jugadores ocupan todos los puestos".

En Audax Italiano matan el tiempo en las concentraciones con el poco habitual Telefunken, un juego de cartas. También juegan mucho Play Station 4.

Un punto aparte es la música. Si se escucha una canción y se gana, queda para siempre. Aunque no todos tengan el mismo gusto artístico, como ocurre en Wanderers, donde Ronnie Fernández es el encargado de poner el sonido. Su debilidad es el reggaetón, pero el problema es que también hay un grupo numeroso de jugadores evangélicos, encabezado por David Pizarro, y en el que además están Agustín Parra, Ezequiel Luna, Mario López, Luis García y Gabriel Castellón. "Escuchamos con respeto esa música, pero después se preguntan por qué pasan tantas cosas en la vida diaria", dicen desde el bloque cristiano sobre las letras cargadas de sexualidad. "Muchas veces, ellos oran aparte", agrega otro jugador.

La banda sonora del fútbol chileno la encabeza el ritmo caribeño, pero en O'Higgins...

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