Sebastián Sichel 'La gente tiene altas expectativas puestas en mí'
Ese día necesitó salir a caminar por Teatinos para tomar la decisión. Tras la reunión de la mañana del jueves 5 de junio, en la que el Presidente Sebastián Piñera le informó que lo sacaría del Ministerio de Desarrollo Social y que le ofrecía presidir el directorio del BancoEstado, Sebastián Sichel dice que necesitaba pensar si ese era el lugar donde quería seguir.-No estaba tan seguro. Le pregunté si esto era un trabajo ejecutivo o si era para ir al directorio dos veces al mes, porque si era así no me interesaba. Le quedé de contestar y me fui a caminar, justo a la vuelta de La Moneda. No quería llamar a mi señora porque sabía que me iba a decir que no aceptara.-¿Por qué dudó?-Mi única duda real era por el factor humano: tengo tres hijos que adoro y cuando uno es ministro los abandona. El más chico tiene 3 años, y yo entré hace dos a la Corfo, entonces...-No lo ha visto crecer.-Sí, y como yo no tuve papá. tengo el rollo de no ser un papá ausente. Ese es casi un trauma para mí: no quiero faltarle a los cabros; entonces llamé a la Bárbara (su mujer) para preguntarle. A ella le había prometido que cuando dejara de ser ministro nos íbamos a ir diez días a la casa que tengo en Llico, donde no hay nadie a 12 kilómetros a la redonda. Era mi promesa, pero ella me apaña en todas y acepté.Sebastián Sichel, 42 años, abogado, está sentado en la terraza de su casa, ubicada sobre el cerro en el que termina la avenida Cristóbal Colón. A través de una videollamada, y con gritos de sus tres hijos de fondo, cuenta que su vida ha cambiado mucho en esta semana. De hecho, es el primer fin de semana en varios meses, que está en su casa un sábado.-Hoy en la mañana hicimos pan juntos, y espero en la tarde poder estar con ellos intensamente, tal vez hacer un campamento, hacer una fogata. Disfrutar.Una hora más tarde, durante esta entrevista, Sebastián Sichel se enteró de la salida del ministro de Salud, Jaime Mañalich.-¿Qué opina de todo lo que se ha sabido respecto a la contabilidad de enfermos y muertos que se hacía hasta hace una semana en el Gobierno y que hoy son distintas a las reales? ¿Había una mala gestión?-El desafío del Gobierno es avanzar en entregar siempre mejores cifras y más transparentes. Acá no había fórmulas previas y todo esfuerzo que se agregue en ese sentido es mejor. Entiendo que ese es el esfuerzo que hará el nuevo ministro: continuar avanzando en informar claramente qué pasa con la pandemia en Chile. Y sobre todo tomar medidas para protegernos y que el sistema de salud funcione: esta debe ser la prioridad de todos. Ya habrá tiempo para juzgar lo hecho, hoy debemos mostrar unidad para lograr contener esa crisis.En 2015, y tras 15 años de militancia, Sebastián Sichel renunció a la Democracia Cristiana, dejando atrás a algunas personas con las que trabajó muy cerca, como Claudio Orrego. Tras su salida, armó Ciudadanos, junto a Andrés Velasco. Con él también tuvo un quiebre. De ambos, Sichel ha criticado su personalismo y ha dicho que solo estaban enfocados en su propia carrera presidencial, dejando de lado los proyectos colectivos.A Corfo llegó en 2018, empujado por el exministro del Interior Andrés Chadwick, con quien había compartido oficina en la Universidad San Sebastián.-Llegó al Gobierno sin el respaldo de un partido político. ¿Cree que eso fue una debilidad para su gestión?-Esto me lo dijo un amigo cuando en su minuto tuve dudas por eso: "La cultura de la centroderecha es mucho más de independientes que la cultura partidaria tradicional de la centro izquierda". Y tiene razón. En el gabinete, la mitad de los ministros son independientes: Valdés, Walker, en su momento Schmidt. Entonces, al principio para mí no era una fragilidad, porque el Presidente y el Gobierno apostaba a los independientes. Obviamente yo venía de otra cultura, lo que podría haber sido una dificultad, porque era independiente. Pero quiero ser bien justo. Además de los reparos de la UDI y de RN, tuve muy buena relación con los partidos en general, me apoyaron harto y eso se pudo ver cuando salí.-De hecho la UDI y RN lo defendieron tras el cambio de gabinete.-Sí, yo nunca tuve un rollo por no tener un partido. Además, hice un buen trabajo y me llevaba bien con la gente de la oposición. Pero no me voy a hacer el leso: no tenía partido. Y obviamente, más que sentir soledad, probablemente habría sido mejor si lo hubiera tenido para haber aportado más activamente a la relación con los partidos desde el comité político.-Entonces, ¿por qué lo sacaron del ministerio...
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