Sebastián Piñera según sus biógrafas: 16 ESCENAS INTIMAS - 10 de Febrero de 2024 - El Mercurio - Noticias - VLEX 1016459947

Sebastián Piñera según sus biógrafas: 16 ESCENAS INTIMAS

Mejor con guantes de boxeo-¿Quién de ustedes obtuvo el mejor promedio? -interrogaba el padre a sus cuatro hijos hombres, cada diciembre, al terminar el año escolar. La pregunta era parte de un ritual de consecuencias conocidas para los Piñera Echenique. Porque el que mostrara mejores calificaciones recibiría la mesada más alta al año siguiente.La vida cotidiana de los hermanos estaba salpicada de escenas como esta. Desafiarse unos a otros era la manera en que se relacionaban. -¿De cuántas formas distintas puede sentarse una persona cuando hay dos asientos, siete hombres y cinco mujeres, sin tener una mujer al lado derecho? -lanzaba uno de ellos durante el desayuno. Los demás sacaban cuentas, frenéticos. Era el inicio de un día cualquiera.Quienes se preguntan por el origen de ese afán tan competitivo que caracteriza a Sebastián Piñera, deben remitirse a costumbres e imposiciones arraigadas en su familia paterna durante generaciones. Sebastián creció en un ambiente en que destacar era un precepto sagrado, sobre todo para los hombres. Una norma que nadie se hubiera atrevido a cuestionar.La madre rigurosaSi Sebastián Piñera absorbió como una esponja el ejemplo de sociabilidad, el sentido del humor, la curiosidad intelectual y la libertad de pensamiento de su padre, adquirió otras características igualmente fuertes de su madre. El estilo de trabajo metódico, la austeridad y la persistencia con que emprendía cada uno de sus proyectos, reflejan de manera inequívoca la personalidad de Magdalena Echenique o doña Pichita, como le decían cariñosamente. -La mamá y Sebastián son prácticos, eficientes, rápidos. Si no pueden abrir una puerta, buscan otra. Y si no resulta por ahí, lo intentan por la ventana. Y si no es por la ventana, hacen un hoyo... La vida no les pone freno. Es maravilloso vivir con gente así, y también muy cansador-, asegura la menor de los hermanos Piñera Echenique.La vida no es para gustosEn el hogar de los Piñera Echenique, la madre tenía una máxima: "La vida no es para darse gustos". Un mensaje que, al parecer, caló hondo en Sebastián, porque pese a haber acumulado una fortuna que sobrepasa los dos mil millones de dólares, el ex mandatario mantiene su costumbre de economizar en cosas nimias: apagar las luces que otros dejan encendidas, revisar las cuentas hasta el último detalle y usar lápices baratos y desechables en vez de lapicera.Mientras eran universitarios, todos los veranos, entre 1968 y 1970, Sebastián y Pablo (a quien llamaban Polo) viajaban a Estados Unidos. En Nueva York buscaban ocupaciones para juntar plata. Por un tiempo trabajaron en un restaurante de comida rápida, donde vendían Coca-Cola y limpiaban. Más adelante, su estatus mejoró cuando se emplearon como mozos en el restaurante Alps, en Wall Street. Ganaban dos o tres dólares por hora.Para los chilenos, en ese entonces era inusual y hasta mal visto que los hijos de un embajador trabajaran. Cristián Correa, entonces funcionario diplomático de la misma representación chilena, llamó espantado a don José cuando vio a sus hijos acarreando sacos. El embajador simplemente no le dio importancia al asunto.En su siguiente estadía en Nueva York, Sebastián y Pablo quisieron aventurarse con su propio negocio: instalaron un servicio de mudanza que les rindió buenos frutos cuando lograron cerrar un trato con una tienda de artefactos eléctricos, en la Calle 30, que necesitaba cambiarse a un recinto más grande. Una empresa formal les hubiera cobrado diez mil dólares por trasladar los enseres. Los hermanos Piñera ofrecieron hacer el trabajo por la mitad.En pleno invierno, por las calles nevadas de Nueva York, los hijos del embajador transportaron a pulso los miles de productos que había en las bodegas del negocio. Ese año regresaron a Chile a retomar sus estudios con los bolsillos llenos. Cinco mil dólares era una pequeña fortuna.Tesis de doctoradoPara su tesis de doctorado, la que fue guiada por Kenneth Arrow, Piñera desarrolló tres ensayos sobre educación. Si en promedio un alumno tarda un año en completar una tesis de este tipo, él lo hizo en algunos meses, pues quería volver rápido a Chile. Para el primer ensayo se sentó a escribir a las ocho de la...

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