Sanciona el sobreconsumo de agua potable de uso domiciliario. - Proyectos de Ley - Iniciativas legislativas - VLEX 914501882

Sanciona el sobreconsumo de agua potable de uso domiciliario.

Fecha16 Enero 2007
Número de Iniciativa4837-09
Fecha de registro16 Enero 2007
EtapaArchivado
MateriaAGUA POTABLE
Autor de la iniciativaÁvila Contreras, Nelson
Tipo de proyectoProyecto de ley
Cámara Legislativa de OrigenSenado,Moción
MOCIÓN DEL H







MOCIÓN DEL H.S. NELSON AVILA QUE SANCIONA EL SOBRECONSUMO DE AGUA


Antecedentes.-

El agua dulce es un recurso natural renovable (ciclo hidrológico), pero finito, en relación a los niveles de consumo. Es así como en muchas comunidades del mundo, es de difícil acceso, ya sea para uso doméstico o para la agricultura. De acuerdo a la actual información, disponible constatamos que en África (Senegal, Mauritania, Malí) y otras latitudes el agua es un recurso cada vez más escaso y de regular calidad. Se habla de la virtual desaparición del río Senegal (África), del posible agotamiento del lago Peñuelas en la V Región; y en Beijing (China), un tercio de los pozos de captación de agua, que alimentan la población se han secado y la mesa del agua se reduce a dos metros por año.

Entre algunas causas que han contribuido a la escasez de agua pueden citarse las siguientes:

- Crecimiento de la población humana y expansión de los centros urbanos.
- Aumento de la industrialización.
- Su desperdicio y/o mal uso.
- Su contaminación.
- Disminución y/o agotamiento de algunos cuerpos de aguas dulces.
- Alteración del ciclo hidrológico.

Algunos de los mayores problemas que ha provocado esta dramática situación dicen relación con:

- El perjuicio que significa para el desenvolvimiento de las actividades económicas, el equilibrio de los ecosistemas, la sobrevivencia de los seres vivos y el bienestar de las poblaciones.

- Limitación de la biodiversidad.

- La falta de agua potable, dificulta la limpieza corporal y saneamiento del ambiente, lo que favorece el aumento de enfermedades asociadas a la deficiencia de higiene. Por ejemplo, enfermedades diarreicas, cutáneas e infecciones por ectoparásitos (como los "piojos"), pueden atenuarse o evitarse, donde se conjuguen los buenos hábitos de aseo y cantidad suficiente de agua potable.

Casi dieciséis años han transcurrido desde que la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro alertó al mundo en 1992 de la importancia del agua en el programa de desarrollo internacional. Las evaluaciones de los recursos hídricos mundiales realizadas desde entonces ponen de manifiesto que la escasez de este recurso fundamental va a agravarse extraordinariamente en los próximos decenios, con efectos devastadores en los países en desarrollo. La demanda no cesa de aumentar, al mismo tiempo que la competencia entre los distintos usuarios. Si no racionalizamos la gestión de los recursos hídricos, tanto el planeta como su población, sufrirán daños irreparables. En la actualidad, la vida y el bienestar de millones de personas corren peligro a causa del agua.

De acuerdo a la UNESCO1, muchos países se encontrarán en 2025 en una situación de “penuria física”: sus recursos hídricos serán insuficientes, con independencia de las mejoras que se introduzcan en su utilización. La “penuria económica” implica que las necesidades sólo podrán cubrirse a costa de fuertes inversiones, por lo general muy problemáticas en muchos países.

Desde 1900, la población mundial se ha duplicado, pero la cantidad de agua dulce utilizada se ha sextuplicado. La agricultura es la primera consumidora, a gran distancia, debido sobre todo a la expansión del regadío. Actualmente representa cerca de dos tercios del consumo total, proporción que se reducirá muy poco de aquí a 2025.

Si no se modifica la tendencia, la cantidad de agua dulce disponible por habitante y año será de 4.800 m3 en 2025. En la actualidad es de 6.800 m3. Este cálculo se basa en un volumen teórico mundial de agua disponible, constituido por la totalidad del agua de los ríos, menos la evaporación y las infiltraciones. No toma en cuenta las cantidades mínimas de agua necesarias para mantener vivos los sistemas acuáticos, el agua con demasiadas dificultades de acceso ni, sobre todo, las consecuencias de la distribución extremadamente desigual de este recurso en el planeta.

El nivel de 1.700 m3 de agua disponible por habitante y año es el de “presión hídrica”, por debajo del cual pueden producirse penurias frecuentes. Por debajo del umbral de penuria, fijado en 1.000 m3 por habitante y año, se plantean problemas graves de producción, agrícola y demás. Si no se hace nada por remediarlo, el número de personas sometidas a presión hídrica pasará de 2.300 a 3.500 millones en 2025. Para entonces sufrirán penuria 2.400 millones, frente a 1.700 millones en la actualidad.

El ser humano utiliza este recurso para diversas actividades: obtención de agua potable, procesos industriales, generación de energía eléctrica, actividad minera, agricultura y ganadería.

En Chile, el mayor consumo de agua corresponde a las actividades agrícolas (riego), con un 89,2 por ciento del total. Para obtener sólo una tonelada de trigo, se requieren un millón y medio de litros de agua. En otras palabras, cada vez que comemos un kilo de pan hemos utilizado en forma indirecta alrededor de 1.500 litros de agua.

CONSUMO ESTIMADO DEL AGUA EN CHILE

Consumo

Demanda (m3/seg)

Porcentaje del total

Agrícola

620

89,2

Doméstico

38

5,5

Minero-industrial

37

5,3

TOTAL

695

100

A mayor abundamiento, en la siguiente tabla se da una visión de las cantidades totales del consumo de agua potable con fines domésticos en Chile:





Es importante señalar que en las ciudades normalmente se combinan los usos domésticos con los industriales, servicios públicos u otros, de modo que la tasa de consumo por habitante, índice normalmente utilizado para la estimación de esta demanda, no puede relacionarse solamente con el consumo individual.

De esta manera, las diferentes formas en que utilizamos el agua en nuestros hogares, ha ido contribuyendo paulatinamente a la contaminación de los cursos de agua. Aún cuando no todas las formas de consumo domiciliario contribuyen de la misma forma a la contaminación, es interesante conocer el consumo promedio, de cada uno de nosotros, en las actividades que requieren utilizar agua, las que en total suman un promedio de 20 a 30 m3 al mes, desglozados de la siguiente forma:





En la ducha (cinco minutos)

100 litros

En la descarga del baño

50 litros

En lavado de ropa

30 litros

En lavado de loza

27 litros

En el jardín

18 litros

En lavar y cocinar alimentos

15 litros

Otros usos (como beber o lavarse las manos)

10 litros

JUSTIFICACIÓN.-

Considerando que el consumo de agua potable ha subido a través del tiempo, se hace indispensable, aparte de racionalizar su uso, establecer sanciones a quienes no tengan un cuidado consciente del preciado recurso.

Cabe recordar que la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) es el órgano encargado de garantizar a los consumidores de agua potable que el servicio corresponden en cantidad y calidad al ofrecido; que su precio es justo y sostenible en el largo plazo; y, asegurar a la comunidad, que el agua una vez utilizada será tratada para ser devuelta a la naturaleza de forma compatible con un desarrollo sustentable. Esta responsabilidad debe ser cumplida buscando promover la transparencia en el mercado, el autocontrol por parte de las empresas, y desarrollando una actuación eficiente.

El sobreconsumo es un asunto regulado en la ley y fiscalizado por el SISS. La norma opera de la siguiente forma:


  • La “tarifa de sobreconsumo” representa el costo de operación, mantención y reposición de las instalaciones necesarias para satisfacer exclusivamente la sobredemanda del período punta, generalmente en época estival. Por lo que corresponde que sus costos los financien quienes generan esta necesidad. No se debe afectar a los clientes que mantienen un consumo constante durante todo el año.


Existen determinadas zonas geográficas donde se producen diferencias notorias de consumo en los meses de verano versus el resto del año. En estos casos, la normativa establece que deberán existir dos períodos con tarifas diferenciadas, uno "punta" y otro "no punta" o normal.


En ese sentido, durante el "período punta" regirá la tarifa de sobreconsumo. Eso significa que si el consumo de agua sobrepasa un límite predeterminado (el que está fijado por la normativa) o bien se excede el consumo promedio registrado en el último tiempo, el exceso se cobrará con tarifa de sobreconsumo, la cual es más cara que el m3 "normal".


El...

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