Ciervos 'salvajes' se esparcen por la Cordillera de la Costa entre Algarrobo y Casablanca - 19 de Febrero de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 361138714

Ciervos 'salvajes' se esparcen por la Cordillera de la Costa entre Algarrobo y Casablanca

Sospecha que puede haber más. Su fundo Las Lomas de Tapihue, colinda con el cordón montañoso que separa las regiones Metropolitana y de Valparaíso, donde espesos bosques trepan hasta cerca de las cumbres.

Su caso no es único. En las últimas tres décadas se han dispersado por la zona rural entre Algarrobo Alto y Casablanca los ciervos rojos o gamo europeo ( Cervus dama ).

Uno de los lugares donde más abundan es el área de la antigua hacienda San Jerónimo, que alguna vez se extendió entre Casablanca y la zona costera. "Los ciervos llegaron por aquí entre el año 82 y 83", cuenta Rodolfo Larraín, dueño del fundo Hijuela La Purísima, una fracción de la antigua hacienda, que incluso ha habilitado un área de ecoturismo, aprovechando en parte la presencia de estos animales.

Según Larraín, la clave está en dos o tres criaderos de estos animales que existían en la zona hacia los años 70. "En otro fundo más al norte, que se llama Pitama, tenían un criadero. En Porvenir, y en Peñuelas también".

Mientras en Porvenir un día el dueño les abrió la puerta del corral a los animales, cuenta Larraín, en Pitama y Peñuelas hubo un incendio grande. "Al ver que el fuego iba a arrasar a los animales, el cuidador les abrió la puerta o simplemente huyeron".

Como San Jerónimo es un predio relativamente aislado, los animales se empezaron a reproducir porque nadie los molestaba ni los cazaba. "Salía a recorrer a caballo y veía piños de seis hembras paridas con un macho con cachos de este porte (y hace un gesto extendiendo las manos más de 50 centímetros)", recuerda.

Pero la tranquilidad no duró para siempre. "Se corrió el dato de que aquí había ciervos y lo que ha pasado es que en los últimos cinco años se nos han metido los cazadores furtivos. El año pasado me encontré los restos de un ciervo apenas a 500 metros de mi casa. El cazador lo descueró, se llevó la carne y dejó la cabeza. Y poco después en el invierno me encontré con dos hembras de unos 50...

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