Psicodermatología Salud mental y de la piel, unidas - 29 de Julio de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 521797906

Psicodermatología Salud mental y de la piel, unidas

Esta relación entre los problemas de la psiquis y la piel ha preocupado a los dermatólogos por muchísimo tiempo y hace al rededor de 50 años comenzó a estudiarse científicamente. Por esta razón, en algunos países europeos existen las llamadas clínicas de psicodermatología, donde se tratan especialmente las patologías de la piel derivadas de problemas relacionados con el sistema nervioso. Los principales exponentes de esta corriente, a nivel mundial, son los doctores John Koo, Francisco Tausk y Caroline Koblenzer, en Estados Unidos, y los doctores Ramón Grimalt y Pablo Umbert, en España. En el continente americano, existen grupos de trabajo que se abocan a este tipo de problemas. Llevan la delantera los especialistas José Eduardo Restifo y Estela Malatesta, de Argentina, y Julio Torales de Paraguay.

En Chile, también hay iniciativas relacionadas con esta particular manera de entender y tratar problemas en la piel. Ya en los años 70, se creó en el Hospital de la Universidad de Chile un consultorio de psicodermatología, donde un psiquiatra y un psicólogo colaboraban con el Servicio de Dermatología. Además, este enfoque se incluye en la formación de especialistas en dermatología tanto en la Universidad de Chile como en la Universidad Católica. Paralelamente, la Sociedad Chilena de Dermatología está organizando un grupo de trabajo de psicodermatología, liderado por el doctor Juan Honeyman y el doctor Mauricio Sandoval. La idea es integrar a destacados psiquiatras que han trabajado en el tema, como son los doctores Hernán Silva y Ramón Florenzano.

Pero ¿cuál es el aporte de esta manera de abordar la dermatología y qué beneficios puede tener para los pacientes?

Como lo indica su nombre, la psicodermatología es una rama de la dermatología que relaciona las enfermedades cutáneas con algún grado de compromiso de la psiquis de las personas, donde existen trastornos psicofisiológicos que afectan el curso de una enfermedad de la piel, precipitan su aparición o exacerban las lesiones presentes en ella. Un ejemplo sería el estrés y la ansiedad emocional, los que se han relacionado con problemas dermatológicos como la psoriasis, el vitíligo, la caída de pelo, el acné, la rosácea, la urticaria, la dermatitis atópica, el virus del herpes y hasta la hiperhidrosis o sudoración excesiva. En estos casos, el abordaje multidisciplinario ayudaría en tanto permite tratar no solo las expresiones sintomáticas sino también el trastorno psíquico que las origina.

Según...

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