Sabor y Saud en equilibrio - 11 de Julio de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 685600749

Sabor y Saud en equilibrio

Paulina Briones, Claudia Varleta -ambas cronistas gastronómicas- y Carolina Pye, nutricionista, creen que sí, siempre que la receta original se someta a algunos cambios sutiles. Por eso, decidieron incluir en su nuevo libro "La Balanza. La felicidad de comer rico y equilibrado", una receta en la que el aceite se reduce al mínimo, se usan camotes en vez de papas tradicionales y pechuga de pavo en reemplazo de la carne. Una delicia que, según Carolina, perfectamente puede incluirse en un plan de alimentación sana. Lo mismo que una panna cota, donde se utiliza leche de coco en vez de crema. O una hamburguesa donde el pan se prepara con polenta, de alto valor nutricional, y no con la clásica harina refinada. O un brownie sin harina, elaborado a base de puré de manzana.

-Este no es un libro para adelgazar, sino para comer bien -precisa Carolina, quien atiende en su consulta propia y hace clases en las universidades Mayor y De los Andes. Y agrega:

-La gente tiene muchos prejuicios en torno a lo que es saludable. Creen que para comer sano hay que comprar ingredientes raros, o usar endulzante, dejar el gluten o comer pura lechuga con tomate, cuando lo importante es usar ingredientes de alto valor nutritivo y mantener un buen equilibrio. Yo no hago dietas de restricción, solo pido control con las porciones y un buen balance.

En su consulta, muchos pacientes le pedían a Carolina que les entregue recetas. Necesitaban un poco de ayuda práctica en el camino hacia una alimentación sana que se pueda disfrutar y, que por lo mismo, se mantenga en el tiempo. Pero solo tenía una, y demasiado simple: un dip a base de yogur. La cocina no es lo suyo. Por eso, hace poco más de un año, decidió trabajar con Paulina, a quien conocía a través del colegio de sus hijos y por el libro de recetas "Del Blog a la Mesa", que lanzó junto a Claudia Varleta y otras autoras en 2014. Claudia, ingeniero comercial además de bloguera gastronómica, se entusiasmó con la idea y al poco tiempo se sumó al equipo. Carolina actuó como una suerte de fiscalizadora. Las cocineras preparaban la receta, se la mandaban y esperaban su ok nutricional. En muchas hubo que hacer cambios para bajar el aporte de sodio, confiesan. Se eliminaron el manjar y la crema, se privilegiaron las harinas integrales, se usó chocolate con 70 por ciento de cacao, se privilegiaron los condimentos antes que la sal, se redujo al mínimo la inclusión de alimentos envasados, procesados o industrializados.

-Con Carolina...

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