¿Saber vivir o saber morir? - 13 de Febrero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 556957210

¿Saber vivir o saber morir?

Ignoro qué será más difícil, supuesto que sean cosa de aprendizaje. Hay quienes creen que filosofamos para aprender a morir, lo cual me parece un disparate, mientras otros sostienen que lo hacemos para vivir, lo cual interpreto como una pretensión desmedida de la filosofía. En cualquier caso, aprender a vivir suena más sensato que hacerlo para morir. La vida no puede consistir en una continua preparación para la muerte. Más bien se trata de lo contrario: de eludir la muerte, es decir, la nada, puesto que si morir es algo -algo por lo que todos pasaremos-, la muerte, o sea, lo que vendrá después de morir, es nada, solo una oscuridad de la que no tendremos conciencia y que, a diferencia de la oscuridad que precedió a nuestro nacimiento, de la que tampoco fuimos conscientes, poseerá carácter infinito. Somos un brevísimo haz de luz entre dos inconmensurables oscuridades, pero entretanto -propone Claudio Magris- "bien podemos tomarnos un vaso de vino", donde "vino" no alude al delicioso licor que fabricamos de las uvas, o no solo, sino a cualquier cosa que nos permita dar sentido a nuestra existencia individual. Un sentido que esta no tiene por sí misma y que, por tanto, no descubrimos, sino que inventamos. Aprender a vivir, entonces, consiste en otorgar algún sentido a nuestra existencia -o, mejor, "sentidos"-, de manera que obren como puntos de apoyo, como muletas, como el aparato ortopédico que nos sostiene y permite dar pequeños pasos. Pequeños y ojalá felices pasos, aunque muchas veces tengamos que quedarnos no con la felicidad, sino con su hermana menor, la alegría, sin que nunca debamos descartar a la menos agraciada de las tres: la normalidad, el simple hecho de que las personas y las cosas estén todavía allí cuando abrimos los ojos cada mañana.

Con toda razón, el lector podría preguntarse qué bicho pudo picar al columnista para estar escribiendo estas cosas en pleno verano. Ningún bicho, salvo que se tuvieren por tal las conversaciones entre Ilan Stavans y Raúl Zurita que acabo de leer, editadas por la U. Diego Portales, y que constan de dos partes: una dedicada a saber morir y la otra a saber vivir. Pero no vaya a creerse que lo que encontramos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR