Las rutas por descubrir en el Parque Patagonia - 4 de Enero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 551357362

Las rutas por descubrir en el Parque Patagonia

Si seguíamos caminando dos o tres días más desde este punto podíamos llegar a la Reserva Nacional Lago Jeinemeni, al sur de Chile Chico, pero pensar eso -en ese momento- parecía optimista.

Llevábamos apenas un par de horas de trekking y estaba suficientemente agotado para apreciar que este puente colgante -lustroso y sensible a las corrientes de viento: una pasarela bien hecha, que se balanceaba 37 metros por encima del río Avilés, y debíamos cruzar uno a uno- era suficiente recompensa.

El día había comenzado en The Lodge at Valle Chacabuco, acogedora casona que es el alojamiento principal del Parque Patagonia, el proyecto que Conservación Patagónica (ONG fundada por Kris Tompkins, esposa de Douglas Tompkins) está habilitando principalmente en lo que antes fue una propiedad ganadera: la Estancia Chacabuco, con casi setenta mil hectáreas en la Región de Aysén, al norte de Cochrane, al este del río Baker, justo entre las reservas nacionales Tamango (al sur) y Jeinemeni (al norte).

La Estancia Chacabuco fue una faena ganadera que se extendió en estos valles donde ahora se ven decenas de trabajadores y voluntarios que están convirtiendo todo esto en otra cosa: en la base de un futuro nuevo parque nacional.

En el lodge, la mañana antes de partir, había conversado sobre las posibles rutas a seguir con Elías Steltenpohl, uno de los encargados del parque, y con Sergio Urrejola, veterinario que trabaja aquí como guía entre otras cosas. Como el día había amanecido luminoso y agradablemente fresco, decidimos aprovecharlo en la caminata por el valle Avilés. Esta era una opción intermedia entre los breves circuitos de La Vega (unas tres horas) y a la confluencia del río Baker (un par de horas), y el sendero de las Altas Lagunas, que comenzaba en el mismo casco de la hacienda, pero que implicaba una subida empinada. El sendero del valle Avilés, en cambio, era mayormente plano. Elías y Sergio habían dicho eso: que el sendero era "mayormente plano". Lo que no recordé en ese momento -mientras planeábamos la salida, luego de un desayuno contundente con pan fresco, mermelada casera, miel, unos enormes galletones con grandes trozos de chocolate, café fresco y jugo natural- es que la expresión "mayormente plano", cuando se trata de un sendero, no significa lo mismo para un aficionado al trekking que para un viajero esencialmente sedentario. No es que la ruta fuera exigente: pero el paso del escritorio a la caminata, casi sin escalas intermedias, tiene su costo. Eso lo sabría luego.

El sendero del valle Avilés parte desde Casa de Piedra, camping en construcción al que se llega luego de 40 minutos en vehículo por el camino principal de la estancia, que cruza todo el parque y...

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