La ruta de Benjamín Vicuña por Cisjordania - 23 de Septiembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 693586565

La ruta de Benjamín Vicuña por Cisjordania

"Una se acostumbra desde niña. Ya no sientes calor", explica la madre de uno de los niños del taller del Teatro de la Libertad, que busca promover distintas actividades para que niños y jóvenes de los campos de refugiados de Jenín -donde viven 17 mil personas, la mitad menores de 20 años- vean a través del arte una salida al conflicto palestino-israelí. Ella tampoco conoce a Vicuña, pero en su celular guglea quién es y, como habla poco inglés y nada de español, de pronto dice: "Despacito", y tararea imperfectamente la canción de Luis Fonsi, el hit mundial que hasta tiene una versión en árabe. La mujer, que solo deja ver su rostro a través de sus ropas, le empieza a decir "despacito" a Vicuña, porque "es español". Luego mira al equipo chileno que acompaña al actor en el documental que está grabando en Palestina sobre los niños que asisten a este teatro, y para ella no hay dudas: ahí todos nos llamamos "despacito".

Cerca de quince niños se ríen con las morisquetas y ruidos de animales que hace Benjamín Vicuña en una de las sala del Teatro de la Libertad, que está en una calle sin salida y se divide en tres grandes espacios: un amplio salón para ensayos, otro donde hay salas de clases y un tercero que funciona como comedor. Los niños, que hablan solo árabe, miran al actor con curiosidad y en las clases de teatro, junto a una profesora de la zona, termina robándose la atención de ellos, mientras dos cámaras registran el momento.

El equipo detrás del documental viajó durante 11 días por Ramala, Jenín, Belén y Jerusalén para armar la historia de este teatro, que tendrá a Vicuña como conductor. Para esto, él ha vuelto momentáneamente a su color de pelo habitual, luego de meses con un rubio encendido que tuvo por la obra Eva Perón en Argentina. Debió calzar las fechas para este viaje, porque semana por medio debe estar en Buenos Aires para ver a sus tres hijos: Beltrán, Benicio y Bautista. Es la misma razón por la que rechazó un rol protagónico en la tercera temporada de la serie Narcos -que se grabó en Colombia- y que lo tiene viviendo en Argentina. A la distancia, no se desconecta de ellos y, en un momento, saca su celular y llama a Beltrán, que acaba de tener un accidente casero. Por cámara le muestra a los niños del teatro y les pide que lo saluden.

Durante tres días y medio, Vicuña se hospedará en un hotel de Ramala, la capital provisional de Palestina, y desde ahí se moverá por casi dos horas en una van a Jenín -atravesando una carretera a mal traer que lo mareará cada vez que viaje- para entrevistar a los encargados del Teatro de la Libertad y conversar con los niños que asisten a los talleres. También irá al muro que divide a Palestina de Israel y dirá que este viaje está conectado con los niños de aquí, con su propia paternidad y una fecha significativa para él: el 8 de septiembre pasado se cumplieron cinco años de la muerte de su hija Blanca.

-Me vine para acá un día después del aniversario de la muerte de mi hija, llegué el día del cumpleaños de Oussama (Aboughazale, esposo de su madre y quien era padrino de Blanca). Así como hice teatro justo tras la muerte de mi hija con Los elegidos...

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