La ruta de las artesanías bajo un volcán sorprendente - 19 de Abril de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 842860270

La ruta de las artesanías bajo un volcán sorprendente

En el camino hacia las ruinas semienterradas de San Juan Paringuricutiro, pasando los arcos de piedra cubiertos de lava hace menos de 80 años, levanté la vista por sobre las escarpadas torres de basalto y miré el cono de ceniza del Paricutín, uno de los volcanes más jóvenes del mundo, que se cernía como un fantasma sobre el horizonte.Ya antes había yo visto paisajes como este, en tonos expresionistas de cobalto y berenjena rematados con resplandecientes destellos anaranjados del pintor conocido como Dr. Atl. A partir de 1943, cuando el volcán brotó de un maizal en el estado de Michoacán, en la parte occidental de México, el Dr. Atl, junto con docenas de artistas y científicos de todo el mundo, se dedicó durante años a captar este milagro geológico. Sin embargo, ninguna de sus pinturas me había preparado para la singularidad alucinante del volcán original: un lugar que invierte el tiempo geológico, donde el suelo bajo los pies es más joven que las torres huérfanas de la iglesia que se erige encima de él, donde una montaña -una parte inamovible de cualquier paisaje común y corriente- solo tiene unas cuantas décadas de antigüedad.Mientras contemplaba el altar de la iglesia con helechos colgando conservado milagrosamente, se me ocurrió que el Paricutín constituye una metáfora de la región circundante de la meseta Purépecha, famosa por sus comunidades indígenas protegidas con ahínco y por las tradiciones artesanales sin paralelo que florecen en su interior. Pese a que los extranjeros y los mexicanos de las urbes en general consideran esas tradiciones reliquias estáticas, en esta región son dinámicas, están en constante cambio y generan nuevos símbolos con la misma energía creativa espontánea que hizo que el Paricutín emergiera de la corteza terrestre.En los últimos años, también se han visto muchos proyectos nuevos -un centro cultural, un atractivo restaurante- que, en su propio estilo modesto, han comenzado a reconfigurar a Uruapan, una ciudad industrial de aproximadamente 330.000 habitantes. En la campiña circundante, salpicada de aldeas de artesanos menos conocidas que las que están cerca del lago de Pátzcuaro, hacia el este, la sensación de inseguridad también ha afectado a los artesanos, quienes dependían del turismo para obtener una parte importante de sus escasos ingresos anuales.En la carretera hacia UruapanUna fría mañana de agosto, conduje de Ciudad de México hacia el oeste y me detuve en la imponente capital de cantera rosa del estado...

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