La Ruta 5 cumple medio siglo pavimentada y prepara ampliación en tramos urbanos y transformación tecnológica
Por las características geográficas de Chile, los 3.363 km que recorren el territorio nacional también son una columna vertebral que explica buena parte del desarrollo urbano: gracias a la Panamericana, las ciudades del valle central exhiben los mayores niveles de expansión demográfica y el país pudo desarrollar su industria agrícola, turística y comercial.
Este año, la Ruta 5 cumple medio siglo desde que terminaron sus 22 años de construcción, con la pavimentación desde Arica a Puerto Montt. Luego, con la habilitación de la barcaza "Alonso de Ercilla", se anexaría el tramo entre Pargua y Quellón. En 1968, en su discurso presidencial, el ex Mandatario Eduardo Frei Montalva daba cuenta del hito que marcaba la "finalización de la carretera longitudinal".
Deterioro y expansión
Nacida en los tramos que dejó el Camino Real y en las huellas que trazó la construcción del ferrocarril longitudinal a fines del siglo XIX, desde el inicio de sus faenas, en 1945, la ruta atestiguó el crecimiento gradual de las ciudades chilenas y del parque automotor. Luego, cada gobierno incluía en sus compromisos la extensión de la carretera, hasta que el uso intensivo llevó a un franco deterioro entre los años 70 y 80. En esa época, los conductores debían sortear baches y largas filas de vehículos en apenas una vía por sentido.
"Cuando el país empezó a crecer, en los 90, quedó de manifiesto la escasez vial y se entró en el círculo virtuoso de las concesiones, que le cambiaron la cara al país", señala Leonardo Daneri, director de la empresa Arrigoni y miembro de la Cámara de la Construcción, hoy a cargo de un registro documental de la historia de la Ruta 5.
Con el sistema de concesiones, la conservación de la vía fue traspasada a 12 empresas. La misma figura permitió construir la doble vía, que hoy suma casi dos mil km entre Caldera (Atacama) y Pargua (Los Lagos).
Capacidad mermada
"Antes, el 80% del presupuesto de Vialidad se gastaba en la mantención de la ruta. Hoy, esa misma proporción de los recursos se usa en rutas transversales y caminos secundarios", explica el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga.
La expansión de la carretera ha generado una intensa urbanización en sus bordes, sobre todo en el tramo central (Santiago-Chillán). La capacidad de diseño, sin embargo, se ha visto mermada por el incremento del número de vehículos.
"Tenemos una carretera diseñada para un tráfico...
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