Rousseff busca reconquistar a la izquierda en Brasil y advierte que 'luchará' contra destitución
En un acto en São Paulo organizado por la Central Única de los Trabajadores (CUT), Rousseff ratificó un anuncio que ya había sido adelantado por la prensa: el aumento de un 9% en los beneficios que otorga el gobierno a familias pobres a través del programa Bolsa Familia -uno de los planes bandera del gobernante Partido de los Trabajadores (PT)- y un reajuste del 5% en el Impuesto de Renta que beneficia a los trabajadores, el cual entrará en vigor a partir de 2017, entre otras cosas.
Bolsa Familia fue creado por el gobierno del padrino político de Rousseff, el ex Presidente Lula da Silva (2003-2011), y concede subsidios de unos 164 reales (unos US$48,2) mensuales a cerca de 14 millones de familias pobres, según datos del gobierno.
Las posibilidades de Rousseff de mantenerse a flote son cada vez menores, y en las últimas semanas la Presidenta les ha hecho varios guiños a los movimientos sociales y sindicatos para recuperar el respaldo de la izquierda, el cual se había debilitado en medio de una serie de propuestas de ajuste fiscal lanzadas por la Mandataria en el último año destinadas a evitar que se agravara la crisis económica.
El aumento de gastos o inversión pública se contrapone con el escenario planteado por el propio equipo económico del gobierno, que advirtió que ya no hay margen para nuevos desembolsos. Sin embargo, ayer en el Día de los Trabajadores, Rousseff aseguró que las medidas ya estaban previstas en el presupuesto aprobado por el Congreso en 2015 y que, por tanto, no repercutirá en el rumbo de las cuentas públicas.
Según Folha de São Paulo, el gobierno tenía reservados 1.000 millones de reales (unos US$ 285,7 millones) para reajustar Bolsa Familia, pero ese dinero tuvo que ser utilizado para cubrir otros gastos.
En su discurso del 1 de Mayo, la Presidenta insistió en que es víctima de un "golpe" de Estado que comenzó a ser tejido por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, pero afirmó que "luchará", como, según recordó, ya hizo durante la dictadura.
La Jefa de Estado acusó a Cunha, un ex aliado de la administración, y a otros legisladores de ser los "responsables" de la crisis económica que vive el país y del aumento del desempleo, por no aprobar las reformas que ella propuso al Congreso.
Alertó, además, que si el Senado aprueba el inicio de un juicio político en su contra y el Vicepresidente Michel Temer asume el poder en Brasil, serán recortados los programas sociales y los derechos de los trabajadores...
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