Rosario Navarro: 'Sofofa necesitaba un liderazgo más colaborativo'
Han sido días intensos. No ha parado. Rosario Navarro Betteley (48 años) asumió el miércoles 31 de mayo la presidencia de la Sofofa. El jueves estuvo en la Cuenta Pública del Presidente, el viernes conoció al equipo que encabezará, esta semana participó en un encuentro de Amcham, se reunió en privado con Boric y partió a su primer viaje a regiones. Concepción fue su destino. A esta entrevista, la primera en su nuevo cargo, llega habiendo dormido cuatro horas... y le queda un largo día. "Ha sido una puesta en marcha muy intensa", comenta. Anticipo de su nuevo ritmo.Ha dejado prácticamente todos los directorios, corporaciones y fundaciones en que participaba. "Estoy poniendo todos los huevos en esta canasta que se llama Sofofa", dice. Solo mantuvo la vicepresidencia de Sonda -la empresa que fundó su padre, Andrés Navarro- y el sillón de su compañía Idemax. "Esto requiere estar súper concentrada. Es un trabajo fulltime ", reconoce.-¿Por qué y para qué quiso ser presidenta de Sofofa?"Llevo unos 6 a 7 años en Sofofa, y anteriormente había estado unos 3 o 4 en Acti. Fui entrando de menos a más, y siempre sentí que había un espacio muy particular para aportar al país, incidir y decidir. Estamos viviendo un momento súper particular como país, como sociedad, como humanidad. Sofofa necesitaba un liderazgo más colaborativo, más distribuido. Fue la motivación que me movilizó a aprovechar este momento histórico, de un contexto bien revuelto, pero donde el empresariado tiene un rol y una voz muy importante para el futuro".-Hablaron en la campaña de un sello distintivo, ¿cuál será?"El quehacer gremial tiene una raíz histórica de 140 años que no vengo a cambiar. Un gremio siempre se está moviendo en esta ambidiestralidad de cuánto es capaz de setear la cancha, poner o incidir en las reglas del juego. Y cuánto del mango del sartén uno tiene para cambiar prácticas. Recogimos esas bases como tradiciones históricas, pero con mucho mayor fuerza en este rol ambidiestro de una directiva mucho más transversal, aprovechar la capilaridad del gremio, el territorio, diversificar las voces. Esto no pretende ser un borrón y cuenta nueva, pero sí un sello bien marcado en levantar voces, hacerlo más participativo y ciudadano".-¿Faltaba representatividad en Sofofa?"No diría que es falta de representatividad, es cambio de estilo. De un tiempo a esta parte, el empresariado perdió el foco en el rol público del quehacer empresarial. Tal vez fuimos más reactivos frente a las demandas de la ciudadanía, hoy hay que ser mucho más propositivos, anticiparse. Es lo que sabemos hacer los empresarios, mirar las amenazas, las oportunidades, tomarlas y conducirlas de manera bien proactiva".-Luego del estallido, se repitió en el sector privado el 'no lo vimos venir'..."No se puede volver a repetir eso de 'no lo vimos venir', debe quedar tatuado en el corazón. Las empresas estamos habitando el territorio y cada una es un ecosistema que replica las mismas virtudes e inequidades que la sociedad. Es parte del estilo de ser mucho más cercanos, más ciudadanos, más vinculados".-¿Como en la Sofofa de Juan Claro, que llegó a acuerdos país con el expresidente Lagos?"La Sofofa tiene muchos años de tradición, cada período es distinto y tiene su complejidad. Hoy no me imaginaría una negociación entre dos personas, hay una ciudadanía activa, empresas mucho más involucradas. Hubo una época que se recuerda como de oro, donde se llegaron a grandes acuerdos. Hoy estamos viviendo una época similar de volver a sentarse y...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba