Rolando el incombustible
Durante la pandemia y hasta mediados de 2021, Rolando Jiménez, 61 años, fundador del Movilh y luchador histórico e incansable de la causa LGTBI, estuvo alejado del activismo y de su participación en el movimiento.Se había hecho a un lado en 2019 cuando presentó su renuncia tras estar pasando por una depresión, pero el equipo no le permitió que los dejara de la noche a la mañana. Pocos meses después supo que la depresión que lo estaba haciendo tomar esta decisión se trataba de un síntoma de otra enfermedad: Parkinson.-Desde la pandemia he ido haciendo menos cosas, porque a mi enfermedad le hace muy mal el estrés. Ya no voy a las comisarías ni a los casos de agresiones, de privados de libertad ni de asesinatos, porque me hace mal. Me afecta demasiado, y eso se evidencia en síntomas físicos, temblores, en dificultades para la voz, tengo dificultades para digerir, masticar. Ha sido complicada la enfermedad -dice.El primer año de la pandemia se mantuvo en su casa en Cerrillos encerrado por prevención, se dedicó a lo quehaceres del hogar y a su jardín, y estuvo con pocas actividades para el Movilh. Lo que podía lo hacía por Zoom. Hasta que en junio de este año se activó la agenda por la Ley del Matrimonio Igualitario.-Me tuve que poner las pilas de nuevo con el Congreso. Ahí no paré y eso me pasa la cuenta. Antes podía trabajar 72 horas seguidas, dormía cinco horas y estaba listo. Ahora si tengo una jornada intensa, tengo que descansar dos días -agrega.A pesar de todo, Ronaldo estuvo durante las tres semanas previas a la aprobación de la ley en el congreso, como lo hizo cientos de veces antes, para la Ley Antidiscriminación, para el AVP, para el AUC, y ahora para la Ley del Matrimonio Igualitario, que él llevaba empujando hace años.-Hemos hecho política y de la mejor porque hemos cambiado cultural, legislativa y éticamente lo que piensa la sociedad chilena y sus instituciones respecto a los homosexuales. Tanto así que el matrimonio igualitario pasó sin penas ni glorias. No tuvo ninguna controversia, ¿Tú viste a alguien quemándose a lo bonzo por la ley? No, po. Ya no es tema. En el Congreso ese día con suerte había cuatro evangélicos y ni siquiera estaba el Pastor Soto.La emoción por el logro, dice, la sintió más tarde. No cuando estaba en el Congreso, en La Moneda o celebrando en Plaza Italia, sino que en un desayuno que organizó el Movilh con tres madres lesbianas.-Una de ellas estaba embarazada de gemelos y cuando vi lo que para esas familias, para esas mujeres, significaba el matrimonio, me emocionó. El manto de protección, de certeza, de seguridad que les da la institución es inconmensurable. Ahí aquilaté la tremenda importancia de lo que hicimos.En su casa ubicada en un pasaje de la Villa Adela en Cerrillos, Rolando Jiménez cuenta que es el segundo de cuatro hermanos. Su madre era garzona y su padre, taxista, falleció cuando él tenía seis años. Para ayudar a su mamá lo mandaron...
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