Los robots son los nuevos compañeros de los adultos mayores - 17 de Diciembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 699122005

Los robots son los nuevos compañeros de los adultos mayores

Los tres perros que viven en el asilo de ancianos Shintomi, en Tokio, juegan sobre una mesa. Nadie se preocupa de bajarlos. Tampoco de alimentarlos o de que ladren y puedan molestar a otros adultos mayores.

Los tres perros que viven en Shintomi son Aibo: mascotas robóticas creadas por Sony, muy populares en Japón una década atrás.

Pero los perros robóticos no son la única tecnología con la que cuentan los cerca de 40 residentes del hogar. En la mesa de al lado de donde está sentada Yoshizawa, Paro, unas focas de peluche que mueven la cabeza y parecen sonreír cuando les hacen cariño, son el centro de atención de tres ancianas.

"El horario en el que antes veían televisión, ahora juegan con Aibo o con Paro. Antes tenían los ojos en la pantalla, pero estaban más ausentes. Hoy a veces se genera una conversación entre los pacientes en esta instancia y se ven más contentos", dice Yukari Sekiguchi, la directora del centro.

Japón es uno de los países con mayor esperanza de vida: se calcula que los hombres viven hasta los 80, y las mujeres, hasta los 87 años. Por eso el trabajo con los adultos mayores es clave. Y por eso el gobierno ha entregado en los últimos años subsidios para mejorar la calidad de vida de estas personas. Así, cada vez más centros como Shintomi han invertido en robots para sus pacientes.

Más seguros

Sobre cada velador del octavo piso, Shota se mantiene de pie, con los ojos abiertos y ninguna señal de cansancio. Shota es un pequeño robot que le avisa a cada paciente cuándo es hora de comer, les recuerda si deben tomar un remedio o incluso cuándo deben asistir a terapias.

"El único problema es que en la noche los ojos se le iluminan de color verde y a algunos (adultos mayores) les daba miedo", dice Sekiguchi.

Las camas de Shintomi tampoco son comunes: hay algunas de la marca Panasonic que pueden transformarse en una silla de ruedas, pensadas para los pacientes que ya no pueden caminar. Y hay otras a las que bajo el colchón se les agrega un detector que permite saber si la persona está durmiendo, si solo está recostada, o si se levantó y hay riesgo de alguna caída. Todo gracias al peso y las pulsaciones cardíacas.

Esa información es enviada a un computador, donde el personal puede analizar cómo ha dormido cada paciente en las últimas noches, saber si ha...

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