Trabajar en Riviera Maya: La vida de un chileno en la cima de la hotelería mundial
Vive con su familia en Cancún. Su oficina está en un lujoso hotel en plena Riviera Maya, en Maroma, una playa de ensueño que no sin razón lideró un ranking elaborado por Discovery Channel como la mejor del mundo.
Es el día a día de Federico Echaiz Bornemann (46), chileno, administrador hotelero de profesión -estudió en el Inacap- y quien, tras dos décadas de trabajo en diferentes cadenas y hoteles del mundo, hoy se encumbra en lo más alto de la industria a nivel ejecutivo. Es managing director del Maroma Resort and Spa, uno de los hoteles que la cadena de ultra lujo Orient Express tiene en Latinoamérica. La misma firma es dueña, además, de afamados trenes en el mundo (ver recuadro).
Aunque nació en Osorno, como su familia se trasladó cuando él tenía solo seis meses, Federico Echaiz hizo su vida en Santiago.
Estudió en el colegio San Gabriel y cuando debió decidir qué carrera seguiría -sus opciones eran las leyes o la hotelería-, su padre, que era ejecutivo del Sheraton, lo entusiasmó a pasar una temporada trabajando en este complejo. Tras un management trainee de casi dos años, Echaiz se decidió por estudiar administración hotelera, lo que se transformaría el puntapié inicial de su carrera en la industria.
Cuando recién aterrizaba la cadena Hyatt en Santiago, en 1991, lo contrataron como encargado de banquetes, luego fue catering manager -a cargo de los eventos- y, al alero de esta cadena, empezó un ascendente periplo fuera de Chile. Tokio, Bangkok en Tailandia, Omán, Amán en Jordania, Israel, México y Mendoza en Argentina fueron parte de las sedes en que se desempeñó.
Tras 13 años, emigró a la cadena Ritz Carlton para abrir Santiago, hasta que, en 2005, un nuevo cambio lo llevó a la cadena Rosewood, al afamado Hotel Las Ventanas al Paraíso, en Los Cabos. "Ahí conocí yo creo que a la mitad de Hollywood: Harrison Ford, John Travolta, Meg Ryan, Eddie Murphy, Billy Crystal... un montón de gente", cuenta Echaiz.
Y, hace cinco años, llegó a la cadena Orient Express, considerada una de las cinco más lujosas del mundo.
Para hacerse una idea, baste decir que, en el hotel de Maroma, los precios por noche van desde los US$ 595 y pueden llegar a los US$ 5.250 en la suite presidencial, valores que no incluyen ni impuestos ni servicios, y no es all inclusive . Ese valor es "por poner la cabeza en la almohada", grafica Echaiz.
Se trata de un hotel orientado al lujo y a los bolsillos realmente pudientes del mundo. Políticos, empresarios, artistas de...
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