Río Mekong: pistas para viajar por los horizontes perdidos - 16 de Noviembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 544011610

Río Mekong: pistas para viajar por los horizontes perdidos

Decidí simplemente mostrarlo. A ratos intentar una tarea impresionista, pero sobre todo entregarme a las manos de sus dioses infinitos. Ellos podrían ayudarme a conseguir que se abriera el apetito al viajero común y no solo al que nació con hambre de aventuras.

Lo primero que me ha sorprendido es el paralelo que aquí se puede hacer con Chile. La cuenca del Mekong -la suma de las tierras que riega- es igual en tamaño a nuestro territorio. Igual. También es igual en largo. Es como un Chile atravesado de Norte a Sur por un ancho río.

Ahí terminan las semejanzas.

El Mekong tiene un centenar de etnias, y setenta millones de habitantes en su cuenca. Una carretera une a Chile casi enteramente sin interrupciones. El Mekong no tiene ninguna, salvo esta carretera acuática. Y además, esta se halla interrumpida por cataratas, por saltos y asaltos, por zonas donde no manda otra ley que la ley del más fuerte. Hay guerrillas separatistas y ejércitos de los señores de la droga en el llamado Triángulo del Oro, donde se juntan Tailandia, Birmania y Laos, desde donde escribo.

MARAVILLAS EN EL CAMINO

No es fácil recorrerlo. Tampoco imposible. He tenido que hacer trasbordos, tomar atajos por tierra, cruzar puestos policiales a veces arbitrarios, a veces inseguros, casi siempre corruptos. No existe una línea de barcos de pasajeros que lo recorra de punta a cabo, ni nada parecido. Cada país ofrece navegaciones más bien cortas en su propio territorio; cuando más, hasta el país vecino. Casi siempre los tramos largos del río se cubren... por tierra, para acelerar o abaratar los tours. Hay navieras lujosas; hoteles flotantes donde no falta nada. Pero la mayoría son barcos sencillos, principalmente de carga, que aceptan pasajeros. En cada orilla vemos pueblos y alguna ciudad.

La única excepción es Birmania (hoy Myanmar), que tiene perdidos sus escasos 200 kilómetros de ribera del Mekong. Están controlados por la guerrilla. Es posible, sin embargo, fotografiar ese territorio vacío desde la otra orilla, desde Laos, donde pasé un día alojado en una rústica cabaña montada sobre pilotes. Porque -aunque parezca raro- el turismo florece en las mismas barbas de la guerrilla separatista. La ciudad de Myanmar más próxima al Mekong, se encuentra tierra adentro. Kengtung es grande, es bonita, es casi desconocida para el extranjero. Tiene cerca de 200 mil habitantes. Se levanta junto a un lago con despejados senderos para recorrer y muchas construcciones coloniales británicas. Todos los días hay mercado de búfalos de agua y su orgullo es una estupa budista de origen tailandés cubierta de plata, jade, rubíes, diamantes y zafiros. Está unida por tierra con la aldea de Tachileik, que está a unos metros del extremo norte de Tailandia, en Mae Sai, con un embanderado puente peatonal de por medio.

A pesar de las dificultades, quien se lo proponga podrá ver las orillas del Mekong en cada uno de los seis territorios nacionales por los que pasa. Y el esfuerzo será recompensado. La región oculta muchas de las maravillas del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR