Ricardo Lagos
Lo primero que Ricardo Lagos comenta es sobre lo breve que es la ceremonia de cambio de mando.
-Yo he estado en transmisiones de mando y he escuchado discursos de una hora, pero acá no dura más de 20 minutos. No me malentiendas, yo le tengo aprecio a esta ceremonia, me parece muy austera y eso me gusta.
-¿Por qué?
-Porque la República se construyó con austeridad... y parte de las desconfianzas que hay hacia la clase política es porque se ha perdido la austeridad.
Lagos recibió la banda presidencial el 11 de marzo de 2000, flanqueado por el presidente del Senado Andrés Zaldívar y el Mandatario saliente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
-El cambio de mando es una ceremonia muy simple, sí, pero el que te impongan la banda y se salude a la gente es un momento solemne que produce impacto. Yo lo sentí.
Sentado en su oficina en la Fundación Democracia y Desarrollo, entrando y saliendo de las decenas de reuniones que tiene al día, Ricardo Lagos rememora ese día comparándolo con el triunfo del No. Siempre supo, dice, que en términos políticos, nunca iba a volver a tener una noche más significativa y feliz en su vida.
-Para el triunfo del plebiscito en un momento dije: "Es la noche más feliz de nuestras vidas y de mi vida. Nada se va a comparar a esta noche". Entonces, un periodista me dijo: "Perdón, señor Lagos, pero mucha gente piensa que usted puede llegar a ser Presidente". "A lo mejor -le respondí-, pero le aseguro que esa noche no va a ser como esta".
-¿Y?
-Esto no es para echar abajo lo que significa ser Presidente, ¿verdad? Es solo para contextualizar -dice y se ríe.
Cuenta que el verano de 2000 fue complejo: debido a la segunda vuelta, él tuvo que nombrar a los ministros en tan solo 12 días.
-Sin embargo, fue un verano muy grato. Lo pasé en Caleu. Me fui para allá apenas hice el gabinete y desde ahí seguí recibiendo gente.
"Yo sé que hay gente que ofrece ministerios antes de ser Presidente. Pero yo nunca lo hice. Eso no es elegante. Además, tú no sabes lo que va a ocurrir. Y en qué condiciones te van a elegir. Y, por lo tanto, no se puede decir: 'Te voy a nombrar en tal cosa y tú votas por mí'. No. Ahora, uno puede tener ciertas definiciones previas. Yo tenía claro que el ministro de Hacienda iba a ser (Nicolás) Eyzaguirre. Pero le ofrecí el cargo de ministro del Interior a una persona que lo rechazó. Y eso me significó tener que rearmar todo. Porque un gabinete normalmente parte por el ministro del Interior".
Señala que se había prometido a sí mismo...
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