Las revelaciones que guardan los archivos personales de Patricio Aylwin
En un principio se pensó en escribir sus memorias, en hacer una biografía. "Pero al revisar la documentación -más de 5 mil archivos- nos dimos cuenta de que era tan rica, tan valiosa y estructurada, que pensamos que si lo modificábamos un poco, no se cumplía la voluntad del autor", explica Bascuñán. Finalmente decidieron publicar el Repositorio Digital Archivo Patricio Aylwin Azócar.
Desde diciembre, con solo unos pocos clics se pueden encontrar correspondencia, informes, reflexiones personales, discursos, que el ex Mandatario coleccionó desde los 13 años, cuando era uno de los alumnos más destacados del liceo de San Bernardo.
"Nosotros no hicimos ninguna selección, nada ha sido alterado", comenta la historiadora y coautora de la investigación Magdalena Eichholz. Y agrega: "Él era archivero. Tenía una sensibilidad por los documentos y le gustaba guardar todo". Sobre qué motivó al ex Presidente a guardar sus reflexiones y documentos en un kárdex en su hogar, Bascuñán plantea que así Aylwin pudo reflejar cómo evolucionó su pensamiento: "Si uno revisa, se puede decir que él fija su posición política a los 18 o 19 años. Y en adelante expresa lo que cree que debe ser la democracia, lo que debía ser la Falange".
Si bien los registros de esta primera etapa de difusión cubren desde 1931 a 1973, se espera que en junio se divulgue una segunda etapa que considere hasta 1975, cuando Aylwin deja de presidir la DC. Para el segundo semestre se espera una actualización hasta 1978 enfocada en el Grupo de Estudios Constitucionales. Así, en un proceso por etapas, los 5 mil archivos abarcarán hasta 1990.
Y el material no se queda ahí. La Fundación Patricio Aylwin contempla conmemorar los 100 años del ex Mandatario reeditando uno de sus libros y planea publicar tres obras que dejó escritas antes de fallecer. "Escribió hasta el último día", dice Bascuñán.
"!Cómo le voy a creer Presidente, si sus palabras han sido desmentidas por los hechos¡"Según consta en los documentos, la segunda semana de agosto, el cardenal Raúl Silva Henríquez llamó a Patricio Aylwin por una razón específica: el Presidente Salvador Allende le había pedido gestionar una entrevista privada entre ambos. Esta se llevaría a cabo el viernes 17 en la casa del prelado.
Aylwin aceptó sin decirle a nadie, pues "tenía la certeza de que ningún dirigente del partido me respaldaría en la decisión de asistir a esta reunión", relata en el documento que dejó, en el cual explica todos los pormenores del encuentro.
"El día de la comida llegué exactamente a las 9 de la noche a la casa del cardenal y tomé la precaución de decirle al chofer que se fuera y volviera a buscarme a la una de la mañana para que así el otro comensal pudiera llegar e irse sin ser visto", relataba el líder DC.
En su escrito, Aylwin indica que Allende llegó algo más de una hora atrasado, excusándose. Luego, pasaron a cenar, acompañados del cardenal y su secretario.
Durante la cena, quien luego fuera Presidente en 1990, le expresó a Allende que "ud Presidente ha hecho la parte sucia de su gobierno: ha destruido las estructuras capitalistas de la sociedad chilena, pero no ha construido las nuevas estructuras. Esto exige consolidar el proceso, institucionalizarlo (...) Hay que poner orden en el caos existente en el país, sobre todo hay que poner en marcha la economía chilena que esta paralizada. !Ud tiene que escoger, Presidente¡ !Ud tiene que elegir¡ Hay que definirse. No puede estar al mismo tiempo bien con Altamirano y con la Marina. No puede estar al mismo tiempo bien con el MIR y pretender estarlo con nosotros".
Aylwin recordaba que el Mandatario escuchó las palabras "en silencio y con buena disposición". Pero las respuestas no fueron las que él esperaba.
"No reaccionó ante ellas en profundidad. Más bien, procuró eludir el problema que yo le planteaba (...) Al parecer trató de demostrarme que él estaba suficientemente informado de los problemas de carácter económico que había pendientes y que no era yo, ni una persona extraña al gobierno, quien podía darle lecciones sobre el particular, puesto que él lo sabía mejor que nadie", escribió.
En medio de la conversación, Aylwin...
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