Revalorizar el rol de la empresa - 9 de Marzo de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 670891281

Revalorizar el rol de la empresa

A comienzos de esta década -especialmente tras la crisis financiera internacional desatada el 2008-, el debate político del país se volcó hacia el combate a la desigualdad, la bandera de lucha que ayudó a la Nueva Mayoría a llegar al gobierno. Una parte sustantiva de los ataques se concentró en el "afán de lucro" asociado a la actividad emprendedora, que, se decía, contribuía a generarla. A su vez, la conducta de empresas involucradas en diversas formas de colusión de precios -farmacias, pollos, papel higiénico, pañales- y la asimetría de poder negociador a la que se enfrenta el público en su relación con empresas que atienden a públicos masivos - retail , bancos, transporte, servicios públicos-, que le provoca la sensación de ser abusado, contribuyeron a consolidar una pérdida de prestigio de la actividad empresarial, generando con ello un clima adverso para su normal desenvolvimiento y para la emergencia de nuevos proyectos de inversión.

En las sociedades modernas no hay sustituto para el empuje emprendedor como el motor que alimenta la creación de valor. Los escasos ejemplos en los que se ha pretendido trasladarlo a burocracias estatales han conducido a estrepitosos fracasos, y América Latina no está exenta de ejemplos de ello. Pero, por otra parte, el éxito de la empresa se basa en la existencia de un marco institucional que fomente la competencia, conducente a una permanente innovación y a la existencia de más bienes y servicios a mejores precios para más personas. Eso, a su vez, requiere, para compensar los riesgos en los que incurre, del incentivo de las legítimas ganancias, las que se deben obtener al fragor de esa batalla competitiva. Los mayores retornos que reciben quienes toman mayores riesgos generan desigualdad, y quienes resultan exitosos en ese empeño persiguieron un afán de lucro.

De modo que esto plantea un dilema: si se devalúa a la empresa, las sociedades debilitan la gran fuerza creadora de riqueza con que cuentan, y si se la impulsa, la consecuencia es la aparición de retornos diferenciales para sus actores más exitosos. Luego de los fracasados experimentos económico-sociales del siglo XX, el mundo moderno ha resuelto ese dilema: impulsar la empresa y simultáneamente reforzar las normas...

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