Publican retrato de la larga y cruda historia de los conventillos en Valparaíso - 7 de Noviembre de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 330528570

Publican retrato de la larga y cruda historia de los conventillos en Valparaíso

En los conventillos de Valparaíso vivían peones, vendedores ambulantes, asalariados en industrias y talleres, carpinteros, lancheros, estibadores y jornaleros. También delincuentes. Las piezas olían a pieles de animales, a excrementos, a humo de brasero, a hedor de gallinas y a humedad de ropa secándose (la mayoría de las mujeres eran lavanderas).

Los más afortunados contaban con un patio en común, donde había un pozo negro y una barrica enterrada que recogía el agua lluvia para ser bebida. En el patio se cocinaba y lavaba; las aguas escurrían y circulaban por las calles y quebradas.

Tras las epidemias de viruela en 1886 y de cólera morbus en 1887, las autoridades culparon a los conventillos. Y empezaron a buscar soluciones. Pero no sería ni fácil ni rápido. Es lo que demuestra el libro "Los conventillos de Valparaíso, 1880-1920: Fisonomía y percepción de una vivienda popular urbana" (Ediciones Universitarias de Valparaíso, $ 12.000), de la historiadora y académica de la U. Católica de Valparaíso Ximena Urbina. Volumen que acaba de ser reeditado gracias a un Fondo del Libro, y que revisa cómo vivían los porteños más pobres entre 1880 y 1920.

"La gran presión demográfica en Valparaíso a fines del siglo XIX y la escasa disponibilidad de terrenos planos hicieron que se buscaran nuevas formas de ocupar el espacio. Eso se conjugó con la especulación de propietarios e inversionistas quienes desplegaron tres tipos de ofertas: habilitaron las casas grandes que había, construyeron cuartos redondos a pie de cerro, y arrendaron a piso en los sitios disponibles", explica.

En los conventillos, cada familia vivía en una pieza que generalmente daba a la calle, a algún pasillo o a un patio en común. Sin embargo, los cuartos redondos no tenían ventana alguna, sino sólo una puerta. Y estaba el arriendo a piso , en que los propietarios cobraban un canon a quienes levantaban un rancho en sus terrenos.

"El lucro potenció al conventillo. La oportunidad (demanda de habitación) creó al especulador de la vivienda", revela Urbina. Los medios de comunicación de la época no...

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