Responsabilidad fiscal - 21 de Marzo de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 706334617

Responsabilidad fiscal

El gobierno de la Presidenta Bachelet se caracterizó por la existencia de un persistente y notorio desequilibrio entre los ingresos y los gastos fiscales. Durante el período 2014-2017, el gasto anual creció 5,5% en promedio, frente a un crecimiento promedio del producto de solo 1,9%. Esta brecha alcanzó su mayor tamaño el año 2017, cuando el déficit efectivo cerró en 2,8% del PIB, la cifra más alta desde 2009 (año de la crisis subprime ). Y, por supuesto, el deterioro de la situación de las arcas públicas trajo consecuencias. Aludiendo a este, dos clasificadoras de riesgo internacionales redujeron la calificación crediticia de Chile. Sin embargo, el complejo legado fiscal no se detuvo ahí. Todo sugiere que la institucionalidad también fue afectada.

El legado estructural negativo

Los esfuerzos por asegurar la "responsabilidad" fiscal han sido una característica de las últimas tres décadas de manejo económico en Chile. Desde 2001, el país ha utilizado como referencia para guiar su política fiscal la regla de balance estructural. El balance estructural, al contrario del efectivo, considera valores de mediano y largo plazo para estimar los principales componentes de los ingresos y gastos del fisco. En función de esto, cuando el país recibe ingresos superiores a los de mediano y largo plazo -como por ejemplo durante el boom de los commodities -, se generan ahorros que pueden ser usados posteriormente en períodos de bajo crecimiento, lo que permite atenuar los impactos negativos asociados a un menor desempeño económico. La evidencia muestra que esta institucionalidad contribuyó, entre otras cosas, a reducir el riesgo de la economía chilena ante shocks externos y permitió que Chile tuviera acceso a financiamiento internacional a tasas históricamente bajas.

Si bien desde un punto de vista técnico, el criterio de balance estructural es claro, su aplicabilidad exige criterios estrictos y objetivos en el cálculo de cada una de las variables económicas que determinan sus componentes. Para dichos efectos, en el 2013 el Ministerio de Hacienda constituyó el Consejo Fiscal Asesor (CFA), instancia técnica de alto nivel que busca resguardar la independencia en la estimación de las variables estructurales de la economía.

La última acta de ese consejo, conocida el sábado pasado, señala que el déficit fiscal estructural de Chile para el año 2017 corresponde a un 2,1% del PIB, y no a un 1,7%, como había informado la Dirección de Presupuestos (Dipres) en enero...

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