La resistencia evangélica en zonas dominadas por el narco - 3 de Febrero de 2024 - El Mercurio - Noticias - VLEX 981019658

La resistencia evangélica en zonas dominadas por el narco

San Ramón, a pasos de la población La Bandera. Son casi las nueve de la noche en la Iglesia Metodista Pentecostal. Hay una cuarentena de fieles este jueves y en tono serio, un pastor invitado transmite con vehemencia información sobre las persecuciones que los cristianos sufren al otro lado del mundo. Agitando los brazos, narra horribles vejaciones a pastores en Nigeria, decapitados por militantes de otros credos, en general musulmanes, y de templos incendiados y mujeres viudas que quedan en la ruina. Habla también de lo que ocurre en China, donde predicar está prohibido y cristianos son perseguidos, encarcelados y obligados a renunciar a sus creencias. Son persecuciones religiosas, explica, diferentes a las que ocurren en occidente. Acá los perseguidores no buscan imponer dogmas, sino controlar territorios. Acá el perseguidor, dice, es el narcotráfico."!Gloria a Dios¡", grita un hombre canoso que se sacude al tiempo que el pastor sigue hablando. Según la ONG cristiana con base en Países Bajos, Puertas Abiertas, dedicada a apoyar a cristianos perseguidos, lo que menciona el pastor es una realidad creciente. Tanto en México como en Colombia, pastores o fieles que han denunciado la presencia del narcotráfico en sus zonas, o que predican sobre los perjuicios del tráfico de drogas, han sido asesinados o sus iglesias quemadas. En zonas empobrecidas, como el sur de México, la mayoría de las fricciones con grupos criminales ocurren por el reclutamiento de soldados jóvenes que la iglesia les aparta. "!Gloria a Dios¡", insiste el hombre, mientras las mujeres, casi todas de la tercera edad, levantan los brazos o se arrodillan para orar."Esa es una iglesia viva", grita el pastor invitado. "Aunque signifique la persecución".La realidad en Chile todavía es distinta, dice Roberto López (38), pastor titular de esta iglesia ubicada en el corazón de una de las comunas con la tasa más alta de homicidios en Chile. Psicólogo clínico y director de una residencia de acogida para la protección de lactantes y preescolares, Roberto explica que el arraigo de la iglesia evangélica en los sectores populares, sobre todo en poblaciones complejas abandonadas por el Estado, sigue presente. Eso, dice, ofrece una oportunidad para una intervención intersectorial frente a los desafíos del tráfico de drogas y el uso de armas, a pesar de los riesgos que les implicaría.-Incluso excluyendo todo lo que tenga que ver con nuestros dogmas -dice el pastor Roberto, al interior de su oficina-, con todo lo que tiene que ver con la divinidad. No es la idea que todos se conviertan al cristianismo, !pero quédense con la causa¡ A no ser que estemos viviendo en una sociedad antivalórica, ¿cómo no va a ser valorable nuestra causa? Pero claro, no podemos hacerlo solos.La descomposiciónEs sábado. Población La Bandera. Decenas de personas transitan por la feria pública, junto a una extensa y ancha vereda de tierra seca. El sol quema. Tres miembros de la banda musical están parados afuera de la sede de la Iglesia Metodista Pentecostal en la población. Tienen tatuajes, peinados difuminados y apenas superan los 30 años. Varios de sus amigos están presos. A modo de chiste, dicen que solo en esta cuadra debe haber más de 30 pistolas y una decena de casas donde se vende droga. Han crecido en este entorno, tentados por las dos influencias más presentes en su vida: la herencia familiar de pertenecer a la iglesia y regirse bajo aquellos patrones valóricos y morales, y la posibilidad de involucrarse en el delito desde pequeños. Eligieron la primera, dicen, pero no ven con optimismo que aquello permee en las nuevas generaciones, por más que esa herencia...

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