Al rescate de la cocina de Aysén - 15 de Marzo de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 631420634

Al rescate de la cocina de Aysén

Eso, hasta el 11S. Días después del atentado, participando en labores de ayuda a los sobrevivientes, a Trace Gale el mundo de las corporaciones multiglobales le pareció vacío. Lo vio así después de encontrarse en los alrededores del World Trade Center con un BMW estacionado, en medio de escombros, lleno de adhesivos de deportes aventura que pensó que podían ser perfectamente los de su auto. También pensó que el dueño de ese BMW no vendría a retirarlo.

-Yo siempre había soñado con trabajar en esas torres. Mi prioridad siempre había sido ganar y ganar más dinero, y ser más exitosa en mi trabajo. En el World Trade Center tuve una epifanía. Me dije: "Trace, estás olvidando que cada día es precioso y necesitas enfocarte en lo que tiene más sentido para ti" -dice hoy, a los 49 años, con un español casi perfecto, desde su casa en Coyhaique. Hace unas horas ha finalizado el Primer Encuentro Regional de la Cocina de Aysén, instancia en la que Trace Gale mostró parte de la investigación que realizó el año pasado. Como el libro "Un festín patagónico, viajes culinarios por Aysén", que escribió en coautoría con la periodista Evelyn Pfeiffer, y un documental, del mismo nombre, protagonizado por la documentalista Daniela López, resultado de un viaje y de decenas de entrevistas grabadas en pampa, campo, fiordos y canales de la región, en tierras como Melinka, el archipiélago de las Guaitecas y en sectores como La Junta, que tuvieron como objetivo ir al rescate de la cocina aysenina. En todos esos lugares, Trace Gale observó que un patrón se repetía: más del ochenta por ciento de sus entrevistadas eran mujeres.

-Acá me he conectado con la visión que las mujeres tienen de la naturaleza -dice de su actual investigación-. Yo hablo de la "resiliencia de la creatividad". En Aysén no es fácil vivir y menos ser mujer. El hecho de que en Aysén se manifieste una naturaleza tan omnipresente, en condiciones de aislamiento, ha enseñado, sobre todo a las mujeres, a desarrollar gran creatividad, al contar con materias primas muy básicas, a enfrentar situaciones con bastante poco. Las mujeres de Aysén saben reinventarse frente a la necesidad.

Es algo que Trace Gale, con el tiempo, ha hecho con su propia vida.

Una cazuela de campo reveladora

La primera vez que Trace Gale visitó Chile vino a hacer rafting a Futaleufú. Viajó junto a su entonces marido y unos amigos, por un programa turístico que había comprado a una empresa estadounidense. Los problemas partieron a los días en Chile, cuando se dio cuenta de que, dado el itinerario, no había tenido contacto con la realidad local. Decidida, contrató por su cuenta una cabalgata y ahí, internándose bosque adentro, descubrió que el idioma no era lo único fundamental para comunicarse. Lo supo el día que unos campesinos le ofrecieron bebida de una botella de Fanta, que la compartían como si fuera un mate, junto a una cazuela de campo con luche...

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