Reportes desde una UCI
Luego que el bloqueador neuromuscular entró en la sangre, el cuerpo de la mujer quedó paralizado. Sus pulmones, entonces, dejaron de trabajar. A partir de ese momento, Fernando Vega, médico broncopulmonar del Hospital Hernán Henríquez Aravena, de Temuco, tenía pocos segundos para realizar la maniobra.Vega vestía una bata celeste, guantes blancos, una cofia en el pelo, antiparras, doble mascarilla y un escudo facial. Se ubicó detrás de la cara de la paciente e introdujo el laringoscopio por la boca. Burló las cuerdas vocales, llegó a la tráquea y allí ancló un tubo de 22 centímetros de largo. Luego, retiró rápidamente el aparato y otra doctora prendió el ventilador mecánico. Habían sido solo unos segundos, pero Vega sentía que todo había transcurrido en cámara lenta.-Nunca he calculado lo que demora, pero desde que se bloquea al paciente se pierde la noción del tiempo -dice.Cuando los monitores comenzaron a marcar los signos vitales, Vega suspiró. Era el 22 de marzo y se habían preparado durante semanas para este momento, para cuando llegara la primera paciente con covid-19.-Probablemente todos teníamos cierto grado de miedo. Nos veíamos las caras: estábamos preocupados y ansiosos -recuerda.El riesgo -detalla- no solo lo corría el paciente, que podía sufrir un paro cardiorrespiratorio, sino que también el equipo médico, compuesto por otra doctora, un kinesiólogo, una enfermera y dos paramédicos. La intubación es uno de los momentos donde más posibilidades de contagio hay.-Como estamos cerca de la boca ese es un lugar de secreciones de aerosoles, que son partículas de aire y saliva que salen con el virus -describe.Fernando Vega tiene 40 años, estudió Medicina en Concepción, luego se especializó como internista en Temuco, hizo su subespecialidad en el Instituto Nacional del Tórax, en Santiago, y en 2016 regresó a la Región de La Araucanía. Desde entonces, ejerce en la UCI como jefe de turno.Ese día, luego de intubar a la paciente, Vega ordenó hacerle un escáner. Allí vio por primera vez unos pulmones afectados por el virus. La misma imagen que había estudiado en reportes e investigaciones que provenían de China, España e Italia, tres de los países que los médicos de la UCI de Temuco miraron en las semanas previas a la aparición de los contagios. Vega menciona un concepto técnico para describir el daño: "Opacidades condensantes".-Es como cuando sales de la ducha y el espejo está empañado. Esas opacidades se ven en el pulmón y la mayoría de las veces son bilaterales -explica.Cuando alcanza el nivel de neumonía -detalla- la manifestación de la enfermedad suele ser súbita. Un par de horas antes de aquella primera intubación, por ejemplo, Vega recuerda que la paciente había llegado conversando, pero que de la nada "empezó a respirar muy rápido". Lo mismo ocurrió con otras dos enfermas que esa noche llegaron a la UCI provenientes del Hospital de Carahue, una de ellas había sobrevivido a un paro cardiorrespiratorio. Durante la madrugada, otras dos personas más fueron intubadas. De las seis camas que ese día tenía a cargo, entregó el turno con solo una vacía.-Todo sucedió muy rápido -dice.A las dos de la tarde de ese lunes, Fernando Vega se fue a los vestidores y, frente al espejo, se sacó la mascarilla. Había estado 30 horas con ella.-Tenía la nariz roja y adolorida -describe.Luego se fue a su casa. Entró por la puerta del patio, se sacó la ropa, se duchó, se puso una muda limpia y recién ahí saludó. Está casado con una doctora que también trabaja en el hospital, en medicina interna, viendo pacientes con covid-19 que no están tan graves. Ambos tienen un protocolo muy estricto cuando llegan del trabajo.-Tenemos una hija de cinco años y un niño que cumplió dos la semana pasada. Tratamos de tener cierto distanciamiento social, pero es súper complejo. Dentro de las cosas más duras que me ha pasado es que mi hija me diga que no vaya a trabajar.-¿Pensaste en algún momento en no ir?-No podría. Es probable que nos vayamos a enfermar, pero me angustiaría más no estar trabajando. Todos tenemos miedo, pero hay algo más allá que nos hace estar ahí.Ese lunes, Fernando Vega le resumió a su familia en dos palabras todo lo que había pasado en el turno: "Fue agotador", les dijo, antes de ponerse a dormir hasta el otro día.La preparaciónDe fondo se escuchan unas máquinas. Gonzalo Rivera, jefe de la Unidad de Pacientes Críticos (UPC), habla por teléfono durante un descanso del turno. Es de noche y han pasado 19 días desde que el...
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