Reo fue sorprendido con chips de teléfono, una llave de esposas y una sierra dentro de su cuerpo
Sin resultado hasta ahora: la primera vez, en Valdivia, quedó atascado en una ventana, y ayer, en Puerto Montt, Gendarmería dio a conocer que se le sorprendió con dos chips de teléfono en la boca, una llave para esposas oculta en un parche en la mano izquierda, y la mitad de una sierra para acero en el interior del cuerpo.
Tras dejar al recluso en una celda de máxima seguridad en el Complejo Penitenciario de Alto Bonito, el jefe regional del servicio en Los Lagos, coronel Gino Sanguinetti, reveló el último e insólito intento de fuga del recluso.
Zenteno llegó el 13 de julio a la cárcel puertomontina, luego que tratara de escapar desde el Hospital Base de Valdivia.
El reo fue encarcelado en el módulo 1 de alta seguridad del recinto penal, en atención a sus antecedentes delictuales y de conducta. Sin embargo, no alcanzó a estar 24 horas en el lugar. Ese mismo día, otro interno lo apuñaló por la espalda con un arma cortopunzante.
Fue trasladado de urgencia al establecimiento hospitalario. Cuando el preso era intervenido por el equipo médico, debajo de su lengua se encontraron los chips, y al retirarle un parche que tenía por una herida anterior, se halló la llave de esposas.
El hallazgo hizo sospechar a los médicos y a los gendarmes a cargo de su custodia, por lo que fue sometido a una batería de exámenes.
Los rayos X mostraron que Zenteno tenía escondido un trozo de sierra para cortar metal en la zona rectal.
Primer intento fallido: error de cálculo
El 5 de julio último, Zenteno realizó su primer intento de huida en el Hospital Base de Valdivia. Mientras se recuperaba de unas heridas que él mismo se había provocado en el recinto penal de Llancahue, el reo tomó una ganzúa y abrió las esposas que lo sujetaban al catre de su cama.
En ese momento, cerca de las 11:20 horas, el interno estaba sin vigilancia directa porque en esa zona del hospital no se permite el ingreso a los gendarmes.
Zenteno se sacó las ataduras y trató de escapar por una pequeña ventana de la habitación. No obstante, le falló el cálculo: quedó atorado en el marco.
El ruido de los vidrios quebrados y los gritos del recluso, que sufrió cortes en distintas partes del cuerpo, alertaron a los gendarmes que estaban en las cercanías, quienes lo rescataron de la ventana y detuvieron.
Ayer, luego de informar lo ocurrido en Puerto Montt, el coronel Sanguinetti expresó que "el trabajo de nuestros funcionarios y el apoyo que nos brindaron los...
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