Con renovada fuerza, Presidente argentino lanza apuesta por 'reformismo permanente'
A nivel nacional, la coalición gobernante de Cambiemos se quedó con el 40,59% de los votos, 14 de las 24 provincias, incluidos los cinco mayores distritos electorales: la ciudad de Buenos Aires, las provincias de Santa Fe, Córdoba, Mendoza, y la de Buenos Aires, el gran botín, donde el oficialista Esteban Bullrich se impuso por cuatro puntos a la ex Presidenta Cristina Fernández en la carrera al Senado.
Números sorpresivos que acercan a Macri a las votaciones que obtuvieron el radical Raúl Alfonsín en 1985 y el justicialista Carlos Menem en 1991. Un logro con mérito doble si se considera que ningún Presidente no peronista pudo terminar su mandato desde el retorno a la democracia en 1984.
Para Orlando D'Adamo, director del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano, "el crecimiento de la figura del Presidente Macri es notable no solo por la cantidad de provincias en que ganó, sino también por el hecho de que muchas de ellas fueran bastiones históricos del peronismo. Todo esto ha transformado a Cambiemos en una fuerza nacional, consolidada".
"Lo que acabamos de ver en la Argentina es la consolidación clara de un proyecto que yo creo tiene visos hegemónicos, porque el resultado ha sido realmente fuerte. Esto le da proyección no solo a los próximos dos años, sino también hacia el futuro", dice Sergio Morresi, sociólogo y autor del libro "Mundo Pro", una radiografía al partido del Presidente.
A diferencia de los 12 años de kirchnerismo, donde la Presidenta Fernández hizo sombra a cualquier liderazgo nuevo, Macri (58) se ha encargado de posicionar desde ya a varias figuras en su movimiento. La principal, la gobernadora de Buenos Aires y arquitecta de la campaña, María Eugenia Vidal; y los otros dos, el jefe de gabinete, Marcos Peña, quien acompañó al Mandatario ayer en la conferencia, y el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Morresi comenta que tanto Propuesta Republicana (Pro) como Cambiemos "gustan de mostrarse a sí mismos como un equipo, lo que tiene bastante de cierto más allá del márketing electoral, y tiene una incidencia fundamental para la proyección político-partidaria de la alianza oficialista los próximos años".
Sin miedo
Macri se mostró feliz pero cauto en la conferencia de prensa en la sede de gobierno, donde anunció que el país entraba en una etapa de "reformismo permanente", aunque siempre gradual, para avanzar hacia el "progreso", ya que ese fue el mandato que, según él, recibió el domingo en las urnas y antes...
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