Renace un clásico - 22 de Febrero de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 840642479

Renace un clásico

L o antiguo y lo contemporáneo; el hormigón armado y la mampostería de ladrillo; las columnas jónicas y las rectas vigas de concreto dialogan con fluidez en el renovado Palacio Pereira, esa mansión de estilo neoclásico diseñada por el arquitecto francés Lucien Hénault en 1873 por encargo de Luis Pereira Cotapos, justo en la esquina de San Martín con Huérfanos. Una construcción que tras años de abandono y de permanecer en ruinas fue sometida a un largo y complejo proceso de recuperación.El camino se inició en 2011 cuando el Estado compró el inmueble, declarado Monumento Histórico tres décadas antes, y llamó a un concurso público para definir su restauración. Lo ganó el proyecto presentado por los arquitectos Cecilia Puga, Alberto Moletto y Paula Velasco, que proponía dos tareas fundamentales: restaurar y consolidar los dos pisos del palacio, y levantar, anexado a él y en torno a un patio a cielo abierto, un nuevo edificio de cuatro pisos y subterráneo. "Estas obras planteaban un trabajo profundo en el que se mezclaba arquitectura nueva y antigua, y la aplicación de todas las metodologías modernas de restauración", advierte Raúl Irarrázabal, director de Arquitectura del MOP.Para poner en valor el inmueble patrimonial y revertir su condición decadente, el equipo de arquitectos contó con la asesoría de los especialistas Fernando Pérez Oyarzún, director del Museo Nacional de Bellas Artes; Alan Chandler, arquitecto británico experto en conservación y miembro del Royal Institute of British Architects; Luis Cercós, arquitecto español, máster en Restauración y Rehabilitación del Patrimonio, y Pedro Bartolomé, ingeniero especialista en consolidación estructural. Asimismo, fueron más de 40 los restauradores que con bisturí trabajaron en la fachada y muros interiores del palacio hasta llegar a los tonos originales, y un grupo numeroso de albañiles, carpinteros, yeseros y estucadores los que se encargaron de limpiar y rescatar puertas, marcos de ventanas, rejas y cientos de ornamentos.-El criterio aplicado aquí fue el de dejar a la vista la historia, las señas del tiempo, algo que se aprecia muy bien en el crucero del edificio -advierte Irarrázabal. Por eso no se recuperaron faltantes ni se estucaron las altas paredes hasta dejarlas impecables; el nicho vacío de una chimenea quedó tal cual, lo mismo que algunos restos de enyesado con capas de pintura que delatan las intervenciones ejecutadas a través de los años. "La restauración de un edificio...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR