La regulación que viene en Europa y su impacto para Chile - 26 de Diciembre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 656174577

La regulación que viene en Europa y su impacto para Chile

A nivel global y, especialmente en Europa, es creciente la preocupación por evitar que la producción de alimentos tenga impactos negativos o dañinos en la salud humana y en el medio ambiente. Es lo que están impulsando con creciente fuerza movimientos y normativas que buscan acotar cualquier eventual daño.

En ese camino uno de los temas que han adquirido fuerza en los últimos años en Europa es la preocupación sobre los riesgos para la salud que podrían implicar las moléculas que pueden actuar alterando el sistema endocrino; es decir, los llamados disruptores endocrinos. Ello ha motivado una serie de estudios y al mismo tiempo la normativa que presentó en junio.

Lo que pretende la Unión Europea (UE) es fijar un marco regulatorio para definir qué criterios se usarán para que una sustancia sea calificada como disruptor endocrino, para luego decidir bajo qué condiciones se podrá utilizar o si se prohibirá su venta y aplicación, según explica el agregado agrícola de Chile en la UE, Rodrigo Vega.

No solo en Europa están preocupados. Un informe de 2012 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), advierte de una serie de motivos por los cuales se deberían investigar en profundidad los disruptores endocrinos y sus efectos.

"Los modelos de datos en animales y humanos sustentan la idea de que la exposición a disruptores endocrinos durante el desarrollo fetal y la pubertad tiene una incidencia en el aumento de enfermedades reproductivas, cánceres asociados al sistema endocrino, problemas de conducta y aprendizaje -incluyendo al trastorno de déficit atencional con hiperactividad-, infecciones, asma y tal vez obesidad y diabetes en humanos", precisa el documento.

En Europa el asunto se viene estudiando oficialmente desde hace unos 20 años, con un proceso que está detallado en el sitio web de la Comisión Europea sobre el tema. Partió con financiando investigaciones para analizar su impacto sobre la salud y tomó cuerpo a fines de 1990, cuando se diseñó una estrategia con medidas de corto, mediano y largo plazo, que desembocaron en la propuesta presentada este año, que ha generado críticas a nivel científico y político. La mayoría apunta a que la normativa se basa en un principio de precaución y no a prohibir sustancias que se haya demostrado que son dañinas.

A nivel productivo el tema también impacta. Muchas de estas moléculas son parte de agroquímicos autorizados por las entidades internacionales para ser usados en las producciones alimentarias. Si la...

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